Convirtiéndome en su puta - Relatos Eróticos

Convirtiéndome en su puta

Hola, para los que no me han leído me llamo Nancy, tengo 26 años en la actualidad, soy de Acapulco, Guerrero, México, mido 1.60m, soy de piel morena clara, un poco llenita pero no gorda, pelo lazio a la altura del hombro, mi mejor atributo creo son  mis nalgas grandes y paraditas, me gusta disfrutar mucho del sexo desde hace más de 10 años así que lo que les contaré son historias reales que yo he vivido y que algunas ni a mis amigas mas íntimas me atrevo a contar.

Continuando con mi historia con Antonio de 26 años, el sábado que me desvirgó cuando yo tenía 15 años apenas y podía caminar debido a que se ensañó conmigo, me cogió tan duro que me dolía todo el cuerpo y literal me temblaban las piernas al caminar, así que llegue a mi casa trate de disimular y me inventé un pretexto para encerrarme en mi recamara, la verdad tenía en mente que mi primera vez me dolería pero nunca imaginé que fuera así, que me sintiera destruida aunque al mismo también feliz y satisfecha a decir verdad, de hecho les confieso que cuando había tocado y visto los penes de tamaño normal de mis novios anteriores pensaba que no me dolería, me mi decía, a mí no creo que me duela en mi primera vez, esto fácilmente me ha de entrar, pero aprendí que el problema no es que te entre sino como te taladran o bombean tan duro, metiendola y sacándola casi totalmente y las horas que dure tu hombre, eso es lo que te acaba, estuve adolorida como 3 días pero para el fin de semana ya estaba bastante recuperada y ...

... Antonio quería que fuéramos nuevamente al motel, aúnque muchos no lo crean yo no quería pues tenía miedo, era como una lucha entre mi calentura y mi miedo pues ahora  sabía que Antonio cogia muy duro y no escuchaba nada de lo que le decía cuando ya estaba exitado y me tenía en la cama y como era muy fuerte era imposible controlarlo o resistirse pues terminaba sometiéndome peor.

Toda la semana Antonio estaba al pendiente de mi y me escribía mensajes muy hot y en las noches que hablábamos me decía tantas cosas de sexo muy locas que me ponían muy cachonda, le gustaba hablar de como me había desvirgado, me decía, "gritaste mucho nena, me pedías que te la sacará pero ni loco te la sacaba, te tuve que sujetar con fuerza para que no huyeras de mi porque casi no la aguantabas pero al final la aguantaste toda", yo le reclamaba que por que no me hacía caso cuando le decia que parará porque me dolía y él me decía que a las putitas como yo me tenía que coger así para que me acostumbrara al tamaño de su verga pero que después yo solita iba a pedir más como todas con las que había andado, yo no sabía que contestarle o que decirle a veces, me ponía caliente pero a veces sentía que se pasaba con sus comentarios o hacia que me diera pena.

Por fin llegó el sábado y me volvio a llevar al mismo motel pese a no estar muy convencida, desde que íbamos en camino me fue metiendo mano, tocando mi panochita por encima del pantalón y sobando y apretando mis tetas cada que podía.

Apenas entramos a la ...