Iniciandome en la zoofilia - Relatos Eróticos

Iniciandome en la zoofilia

Hola me llamo Nancy, tengo 26 años en la actualidad, soy de Acapulco, Guerrero, México, mido 1.60m, soy de piel morena clara, un poco llenita pero no gorda, pelo lazio a la altura del hombro, mi mejor atributo creo son  mis nalgas grandes y paraditas, me gusta disfrutar mucho del sexo desde hace más de 10 años así que lo que les contaré son historias reales que yo he vivido y que algunas ni a mis amigas mas íntimas me atrevo a contar.

Les voy a contar de como me inicie en la zoofilia, después de dejar de andar con Antonio ya era toda una puta y necesitaba un macho de verdad, un macho que me cogiera duro como él lo hacía y me hiciera sentir mujer, anduve con algunos compañeros de la escuela para vengarme de Antonio pero no era lo mismo, no duraban o no sabían coger bien o se asustaban de algunas cosas y así, yo me masturbaba mucho y me gustaba ver porno de chavitas con maduros que se las cogían muy duro hasta hacerlas gritar pues fue algo en lo que me envicio también António, pues en el motel siempre ponía porno antes de cogerme, durante y después, y algunas veces llegué a ver videos de zoofilia con él, mujeres con perros y note que eso me exitaba y empecé a formarme deas en mi mente

En casa teníamos un pastor alemán y un día estando sola y muy caliente en casa decidí probar con Dingo mi perro, yo pasaría la noche sola en casa pues mis papás irían a visitar a unos tíos y se quedarían en su casa pero yo no fui pues tenía escuela al siguiente día, así que en la tarde ...

... cuando empezaba a oscurecer salí por Dingo y lo metí a mi recamara, acomode una almohada en el piso para no lastimarme las rodillas y me puse en cuatro y le hable a Dingo invitandolo a jugar y a lamerme, me empezó a lamer por instinto creo mi panochita y mi culito y me calentó aún más, toque su pene y jugué un poco con él y vi que rápidamente se calentaba, a él ya lo habíamos cruzado varias veces, con perras de su misma raza por lo que sabía lo que era cogerse a una perra, pronto entendió lo que yo quería y empezó a tratar de montarme, lo ayude un poco y empezó a tratar de ensartarme, me sujetaba con fuerza con sus manos y empezaba con estocadas buscando mi entrada, yo me trataba de acomodar para facilitarle la penetración pero él se alocaba y no se dejaba ayudar mucho, en eso me dió un piquete muy fuerte por mi culito con la punta de su pene que se sentía como hueso pero no me penetró porque no me centro bien, osea no le atino bien a mi entrada y  casi me desgarra la orilla de mi ano, fue muy raro pero sentí un dolor terrible y me dió miedo, grite del dolor y me pare y me tire en la cama retorciendome del dolor, tardo varios minutos en pasar el dolor y pensé que era una locura lo que estaba haciendo, la culpa y el remordimiento se apoderaron de mi, pensé que ya no me atrevería a más pero sentí lastima al ver a mi perro muy caliente y también yo estaba fuera de control, la calentura me guiaba de forma automática y me conducía casi sin pensar en lo que hacía así que me puse en ...