Vaquero en el ardiente Oeste 2 - Relatos Eróticos

Vaquero en el ardiente Oeste 2

Vaquero en el ardiente oeste 2

Quienes leyeron mi anterior relato, recordarán que hace una semana llegué a un aislado rancho donde vivía mi Patrón Don Pedro de 55 años solo con su hermosa mujer de 35. 
El primer fin de semana en el Rancho, me sentía indeciso. Por un lado, la esperanza de tener en mis brazos a Jane me sostenían en ese lejano Rancho, por otro, el arduo trabajo y la poca paga me hicieron platicar con el Patrón Don Pedro. Me acerqué y le dije temeroso:  Don Pedro, con todo respeto quiero hablar con usted si me lo permite. Cómo adivinando mis pensamientos me contestó:  qué pasa, ya te quieres ir? y sin darme tiempo a contestar me dijo: te necesitamos,  aquí hay mucho trabajo. Tu, mi mujer y yo somos como una familia, ten paciencia y lo tendrás todo. Me atreví a decirle: pues usted está muy agusto, tiene a su mujer, su ganado y sus tierras, pero yo no tengo ni mujer. Espera hasta el próximo fin de semana, iremos al pueblo y luego decides que hacer, ya te dije que lo tendrás todo. Fue su rotunda respuesta. Otra vez escuché esa promesa de tenerlo todo y pensé: con solo tener a su hermosa mujer me conformo. 
Esa siguiente semana, me pareció eterna, solo esporádicamente veía a Jane y se me revivía la calentura. Finalmente, se llegó el domingo y el patrón y yo nos preparamos para ir al pueblo. Salimos a las 4 de la mañana, teníamos que cabalgar una hora para llegar a la estación de tren, luego media hora en tren para el pueblo. Para las 6 de la mañana, iniciamos ...

... las compras de todo lo necesario y a las 9:00 ya nos habíamos desocupado. 
El patrón me dijo: te regresas al rancho, le llevas esta medicina a mi mujer, amaneció mala de la garganta, yo voy a la cantina, regreso en el tren de las 5:00 pm., comeré aquí. 
No lo podía creer!!!, era mi gran oportunidad de estar a solas con Jane, de cualquier forma, para ocultar mi ansiedad le dije: patrón, si gusta lo acompaño un rato a la cantina. De ninguna manera me contestó, toma esta botella de whisky, si necesitas un trago, brindas a mi salud. Mi mujer te está esperando, ya sabe que vas. Me sorprendí!!!..el mismo patrón me estaba poniendo en charola de plata a su hermosa mujer, o acaso me estaba tendiendo una trampa?  Como poseído, tomé el primer tren, luego cabalgué media hora más, se me hacía eterno el camino, solo pensar que ese era el momento que estuve esperando para estar a solas con Jane. Al llegar al rancho, sentía que el corazón se me salía del pecho de  la emoción. Al fin, a solas con Jane me repetía. Para animarme, abrí la botella de whisky y le di 3 grandes tragos. No la encontré en la cocina, la busqué en la sala, en el comedor y nada. Con el valor que me dieron los tragos de whisky, me dirigí hacia la recamara. Pensé en tocar, pero lentamente, empujé la puerta y me di cuenta que no tenía el cerrojo puesto. Seguí empujando y me quedé maravillado con lo que vi. Allí estaba Jane, de espaldas cubierta con una ligera sábana, mostrando su hermosa figura. Sin pensarlo, me desnudé ...