1. Vaquero en el ardiente oeste


    Fecha: 02/08/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Amante deseado, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Vivo en el Viejo Oeste, donde existen grandes extensiones de tierra y pequeños ranchos desperdigados. Soy el vaquero que más que vivir, busca sobrevivir. Soy alto, moreno, fuerte y delgado, tengo 25 años. Las mujeres me atraen y siento que también a ellas les atraigo. Tengo una verga grande, gruesa y a la hora de coger, siempre deseosa y como piedra de dura. Después de viajar a caballo durante 5 noches, al fin encuentro a un ranchero como de 55 años, reparando un cerco. Lo saludo y le digo que busco trabajo. Mi nombre es Pedro, me dice, Ya es tarde, vamos a mi rancho, cenaremos y ya platicaremos, vivo solo con mi mujer. Llegamos directamente al comedor y nos sentamos. De la nada, se aparece una mujer alta con un pañuelo rojo envuelto en la cabeza, no la puedo mirar directamente a la cara,  es falta de respeto. Coloca 2 tazas de café en la mesa. Se va a quedar a cenar con nosotros, dice Pedro. La mujer solo escucha, se retira, sirve de cenar y desaparece. Me quedo a dormir en un mueble de la sala y por la madrugada, se aparece la mujer por la cocina con una lámpara, la reconozco por el pañuelo rojo en su cabeza. Solo trae un vestido transparente con un diminuto calzón rojo.  Me hago el dormido, y logro apreciar su hermoso cuerpo, grandes nalgas, cinturita y unos senos sin sujetador desafiantes. De la cocina, camina hacia donde me encuentro, se me queda viendo, y como adivinando que estaba con los ojos cerrados y despierto, se me acerca aún más y casi al oído siento su ...
    ... agradable y cálido aliento, en voz baja y sensual me dice: me llamo Jane. Quédate dormido, solo vine a presentarme ya que mi marido no lo hizo. Espero verte a solas pronto. Se voltea hacia una mesita  como para asegurarse que aprecie su voluptuosa figura y se agacha, prácticamente me pone su culo en mi cara y percibo su rico aroma de mujer caliente. En silencio me muestra su hermoso culo durante unos segundos, Antes de retirarse nuevamente me susurra al oido: mi marido es muy celoso y desconfiado. Nunca me veas directamente ni trates de platicar conmigo, me dijo mi marido que estarás a prueba en el trabajo, cumple con lo que te ordene, se paciente y lo tendrás todo, eres un hombre atractivo. Me quedé pensando en ese monumental culo, era una hermosa yegua como en sus 35 años. Su excitante respiración y la promesa de que lo tendría todo revoloteaban mis pensamientos hasta que me quedé dormido. 
    
    La primer semana, por mas que me concentraba en el trabajo, no podía olvidar la imagen de ese tremendas nalgas, y a media semana, me fui a bañar al río. De regreso, a lo lejos vi que Jane se dirigía hacia el río, me escondí para que no me viera, y cual fue mi sorpresa que al llegar al río, se desvistió completamente. Yo seguí escondido y desde una buena posición, pude apreciar ahora si en su plenitud, ese hermoso cuerpo con grandes senos coronados con redondas aureolas rositas y duros pezones que invitaban a ser tocados y chupados en la frescura del agua  Sus grandes nalgas contrastaban con ...
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