El velador caliente - Relatos Eróticos

El velador caliente

... mastrubar el clítoris con sus dedos y ahora estaban dentro de mi vagina mientras me penetraba por atrás, era algo interminable un placer que me llenaba las entrañas completamente, después me volvió a recostar y me empezó a chupar yo estaba demasiado mojada por todo lo que me había hecho, y yo solo arqueaba mi cuerpo, después chupaba mis pechos y los apretaba, me mordía los pezones y se paraban más, me mordía despacio todo mi cuerpo y no paraba de decirme que que rica estaba y que quería volver a cogerme, que él iba a ser mi hombre, y que me seguiría enseñando muchas cosas que lo siguiera visitando a lo cual yo respondía que si que yo quería que fuera mi maestro y mi hombre, nunca me besó en la boca y yo no lo intenté, pero después estando acostada boca arriba me volvió a penetrar y puso mis piernas sobre sus hombros, empezo a masajear mi clítoris que estaba duro como roca y me seguía embistiendo como un toro, hasta que sentí una explosión masiva un temblor en todo el cuerpo y gemi más fuerte de lo normal, vi su cara de satisfacción y me dijo ahora voy yo: me volteo boca abajo y levanto mis caderas de modo que mi culito quedaba bien respingado para que lo utilizará a placer, me penetró ...

... hasta adentro y sentí un ligero dolor pero me fascinó por qué empezó a golpear duro contra mi, y yo le pedía que lo hiciera más fuerte y más fuerte quería que me diera duro, hasta que el término adentro de mi, todo su semen en mi culito hasta la última gota, y yo tuve un segundo orgasmo delicioso y maravilloso, me dolía todo el cuerpo, mis piernas temblaban como gelatinas y mi culito me dolía, pero no cambiaría esa primera vez con el, mi maestro y mi mentor del sexo, creo que estuve más de una hora con el y nadie se enteró de nada, me fui a mi casa y no me quise bañar por qué todavía tenía el olor de el en mi cuerpo y su semen en mi culito, al día siguiente y al siguiente y así sucesivamente volví con el, todas las noches sin que mis padres se dieran cuenta de mis escapadas lo disfruté como loca, hasta mis 18 años que me fui a estudiar a otra ciudad y la verdad es que me hice tan fanática del sexo gracias a ese hombre maduro que continúe con mi vida sexual pero con más hombres, tengo muchos relatos que contarles sobre lo que viví lejos de ese hombre que son igual de intensos aunque algunos mucho mejores, pero eso se los cuento en otro relato. Gracias por leerme espero les haya gustado.