1. Memorias de adolescencia: El hermano de mi novia es mi puta.


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... atiné a hacer nada, no podia hacer mas que masturbarme escuchando la tremenda cogida que se estaba aguantando Ema adentro de ese cuarto. Por suerte la follada no duró demasiado y de inmediato se fueron ambos. Estando escondido en el cuarto de Mica se me hizo imposible identificar a la otra persona. Cuando pude estar seguro de que ya no volverían me marché a casa. Puse alguna excusa a mi novia y todo quedó así. No podía parar de pensar en Emanuel, aquella obsesión que una vez tuve con hacerlo mio habia vuelto pero ahora estaba seguro de que en el caso de conseguirlo sería de las mejores experiencias que haya tenido. Los dias pasaron y obviamente me crucé con mi cuñado infinidad de veces, siempre de manera cordial y masculina. "Si tan solo supiera que me muero por bajarle los pantalones ahora y ensartarlo arriba de la mesa" pensaba mientras cenabamos todos con una erección en el pantalón mas que evidente. Asi corrían los dias y llegó mi cumpleaños acompañado de la entrega de mi nuevo auto. Todo era fantástico, el viaje de egresados se acercaba y con sutileza modifique mi trato con Ema, comence a saludarlo con un beso en la mejilla y tomandolo de la cintura (a veces incluso apretandolo fuerte) pero no habia demasiada evidencia de que le diera importancia. Una mañana en que no tenía clases llegó un mensaje a mi teléfono que resultó para mi un regalo de cumpleaños, eran las nueve de la mañana. Ema: _ Hola cuñado, ¿andas en clase? Yo: _ ¡Ey! No, no. Mi grupo no tuvo clases, estoy ...
    ... en casa, ¿pasó algo? Ema: _ Bien ahí. Nada grave, necesito que me hagas un favor. ¿No me podes alcanzar en auto a entregar unos papeles al contador? Yo: _ Dale, no hay drama. Bancame que me pego una ducha y salgo. Ema: _ Dale, te espero. Era el momento, si no pasaba entonces no pasaría. Traté de contener los nervios cuanto era posible y arreglarme casual. Pantalón de jean, musculosa (camiseta sin mangas) blanca, camisa a la cintura y zapatillas deportivas. Llegué, toqué el timbre y esperé. Segundos mas tarde abría la puerta aquel hermoso putito, en boxer y camisa a medio abotonar. Ema: _ Pasá, pasá y cerrá que recién me termino de bañar. ¿Queres tomar algo? Yo: _ No, dejá, ya desayuné, quedate tranquilo. Esas nalgas se movian turgentes dentro de aquel boxer gris semi transparente que dejaba poco a la imaginación. La camisa no evitaba que ese culo se luciera mientras caminaba hacia la cocina. Mi verga reaccionó a penas se abrió la puerta, no me importó en absoluto. Tal vez asi se le antojaria una buena comida de pija. Me senté y esperé a que volviera, en la cocina se oían alacenas abrirse y cerrarse, cajones, vasos. Volvió con un vaso de agua y lo dejo a mi disposición. Como habia pensado, no fue nada discreto cuando notó mi abultada entrepierna, en el fondo ambos sabiamos que es lo que el otro quería. Volvió y se sentó junto a mi con su teléfono, como si revisara algo. Ema: _ Che disculpa las fachas pero estaba solo. Igual estamos entre hombres, ¿o te jode? Ese chico medio ...
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