1. Lorena y Gerardo. Más que hermana y hermano


    Fecha: 25/01/2018, Categorías: Gays Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Gerardo había salido del curso de FP y recogiera a su hermana Lorena en la puerta del colegio de las Franciscanas. De camino a casa el cielo se encapotó y comenzó a llover. Se abrigaron debajo de un árbol. Les caían goterones encima. Lorena llevaba un traje gris puesto y al mojarse su blusa blanca y no llevar sostén, los pezones y las aureolas de sus generosas tetas se marcaban en la tela de seda, más que marcarse se veían como si no llevase nada puesto. Lorena, mirando para la entrepierna de su hermano, le dijo:
    
    -¡Se te ha empinado!
    
    -Con esas tetas se le empina a cualquiera.
    
    -¡Soy tu hermana, Gerardo!
    
    -Mi picha no lo sabe.
    
    Lorena, se abrochó la chaqueta.
    
    -¡Vaya sinvergüenza estas hecho!
    
    Gerardo era un joven de 18 años, moreno, alto, delgado, agraciado físicamente, pero hasta ese día, muy tímido con las mujeres. Estudiaba fontanería en FP. Lorena era maestra en el colegio de monjas. Tenía 24 años y parecía una muñequita, era delgada, morena, de ojos negros, cabello largo y rizado y lo tenía todo muy, muy, pero que muy bien puesto.
    
    Al llegar al piso donde vivían, Lorena, en la sala, se quitó la chaqueta y su hermano vio otra vez los pezones y las aureolas bajo la blusa. Gerardo, se volvió a empalmar. Lorena, que le había vuelto a mirar para la entrepierna, exclamó:
    
    -¡¡Vaya muelle tienes ahí!!
    
    -Es que tus tetas son preciosas.
    
    -¡Que cara dura tienes!
    
    -Cara dura la tuya. ¿Por qué me miraste para el paquete?
    
    Lorena, se ...
    ... ofendió.
    
    -Serás... ¡Aún voy a tener yo la culpa de tu erección!
    
    -Las tetas no son mías.
    
    Lorena, puso cara de pocos amigos.
    
    -¡Tira para la habitación y quítate esa mojadura de encima!
    
    Gerardo se fue a cambiar, Lorena hizo otro tanto. Después se prepararon la merienda, merendaron hablando de cosas de FP y del colegio de monjas y más tarde, con la calefacción a todo meter, se pusieron a mirar la televisión en bata de casa sentados en el mismo sofá, un sofá de tres plazas.
    
    Gerardo, iba a intentar seducir a su hermana.
    
    -¿Llevas braguitas puestas, Lorena?
    
    Le respondió sin quitar la vista de la televisión.
    
    -Mira la tele y no preguntes tonterías.
    
    -Es que me pondría saber que no las llevas.
    
    -Ver lo que has visto te ha cambiado. Nunca antes me habías mirado como mujer.
    
    -Eso es lo que tú te crees.
    
    -Prefiero no saber que quieres decir con eso.
    
    -Sí, mejor será que no lo sepas.
    
    -¡Y yo que llegué a pensar qué eras mariquita!
    
    -¿Llevas?
    
    -¿Lo que?
    
    -Bragas. ¿Las llevas puestas?
    
    -¡Qué pesado!
    
    -¿Llevas?
    
    -El que va a llevar eres un tú. ¡Vas llevar una bofetada que te va a quedar la cara a arder!
    
    Gerardo, siguió a lo suyo.
    
    -¿Y sujetador?
    
    -¡Y dale! Te dije que no preguntases tonterías.
    
    -No es una tontería. ¿Sabías que tus tetas son las más bonitas que he visto?
    
    -¡Si tú no has visto unas tetas en tu vida! Le tienes pánico a las chicas.
    
    -Que sea virgen no quiere decir que no mire tetas en internet.
    
    -Seguro que miras algo más que ...
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