Mi segunda vez sol@ - Relatos Eróticos

Mi segunda vez sol@

Después de mi primer relato en esta página (probándome ropita de mi esposa), me han contactado varios lectores y he respondido a todos. Aquí la continuación de mis experiencias y sigan escribiéndome a anonimashy@gmail.com

Después de la primera vez, todo se vuelve un poco más fácil, los nervios van quedando atrás y toda la preparación es más placentera, créanme cuando les digo que depilarse el área genital no es fácil, pero nada que la práctica y paciencia no resuelvan, me encanta quedar súper depilad@!

Había comprado lencería para mi esposa y obviamente algunas cosas me quedaban y otras no por el tamaño, pero encontré lo que necesitaba, me puse una mini negra de licra con unas medias muy bonitas y mi liguero, una blusita también negra que hacía juego perfecto y por supuesto la tanguita.  

En esta ocasión estaba decidido a usar un dildo muy generoso, confieso que ya estando en mis manos pensé “está muy grande, a ver si puedo”, coloqué un espejo en frente de la cama de tal forma que me dejara ver bien mi colita y como me iba a entrar esa cosa, me recosté con las piernas abiertas, me unté un poco de lubricante y me empecé a frotar esa deliciosa cabeza; déjenme decirles que éste dildo es de los skin realistic por lo que la sensación al tacto es muy agradable y obviamente me calenté rápido, estaba tan exitad@ que se me paró de inmediato con en cuanto tocó mi anito ¡Ya lo quería adentro!

No todo fue perfecto, después de un rato que llevaba haciendo presión para que ...

... entrara no lo conseguía, (quizá no estoy muy relajad@) pensé, tomé más lubricante y continuaba con la presión hasta que de pronto ¡pop!, entró solo la cabecita pero me dolió mucho, no pude aguantar y terminé sacandolo, me quedé un rato ahí sin hacer nada con la colita adolorida esperando a que se me pasara, (ahora sé lo que sienten la primera vez…) pensé, los otros dildos que había usado no tenían un diámetro mayor a 1, 1.5cm y pues no nada que ver con éste.

Después de un rato de estar meditando y a punto de desistir, me dije, bueno, quizá lo peor ya pasó, aunque todavía me punzaba, volví a tomar ese pitote y ahora lo puse sobre la cama de tal forma que yo me iba a sentar en él - (a lo mejor la posición ayuda) - unté más lubricante y me lo metí un poco más fácil, nuevamente sentí que estaba muy grande y que no iba a poder tenerlo pero (aquí viene algo que leía o escuchaba y no creía), ese dolorcito de alguna manera empezó a transformarse en placer, no soy masoquista ni mucho menos, quizá lo normal, unas nalgadas, un apretón fuerte… nada que llegue a lastimar vaya, pero esto si cruzó un límite que no creí posible.

No me animé a meterlo más de la cabecita y así me empecé a masturbar, viendo como ese gran pito estaba abriéndose paso en mi cola, como si fuera el de una puta estrenándose por primera vez… me fascinó ver algo tan grueso dentro de mi, apenas comencé a moverme mi lechita comenzó a salir casi sin tocarme, no tuve más remedio que terminar de venirme y sacar a mi ...