Mi perrita shitzu - Relatos Eróticos

Mi perrita shitzu

Hola amigos, mi nombre es Johan y junto a mi esposa decidimos adquirir una compañía para nuestro hijo...
Ella es una madre muy dedicada a su trabajo y al hogar, es hermosa, de lindo cuerpo y bastante caliente por cierto. 
Me atrevo a contarles esta historia porque desde algún tiempo tengo una fantasía con una canina y ese deseo sigue creciendo con cada día que pasa.
Mi esposa no sabia de mis gustos para aquellos tiempos, y la perrita era una cosita encantadora, y tierna no me inspiraba un mal pensamiento. Pasó el tiempo y la perrita fue creciendo, son peluditas muy lindas pero sufren mucho porque se les enreda mucho el cabello. 
En una de sus citas al spa de mascotas las empleadas decidieron al ver el problema para desenredar su pelo, decidieron cortarlo muy muy cortito.
Después de llegar a casa mi perrita ya con su corte muy bajito se veía muy diferente a como la conocía. 
Cierto día en mi trabajo me escribió mi esposa que la niña, mi perrita estaba algo rara, que se lamia mucho la chochita y que estaba algo hinchada, ella no sabía de mis gustos y se le ocurrió enviarme una foto de como estaba la nena. Al abrir mi whatsapp noté que en verdad eso estaba hinchado y hermoso, mi mente se elevó al ver esa cosita hinchada y en su pleno calor...
Me encontraba trabajando pero mi verga estaba super dura, debo decir que soy Moreno y tengo un buen miembro viril. 
Al llegar a casa con mi mente dañada le pedí que me mostrara a la niña a ver que sucedía, ella inocentemente la ...

... cargó, tomó sus patas y me enseñó su cosita... La cual no es muy grande pero es divina.
Esa noche quise tener relaciones con mi esposa pero estaba en sus días, así que esa noche mi mente y deseos estaban intactos... Por la mañana ella se despidió de mi y salió a dejar al niño a la escuela, así que tuve mi primera oportunidad con la niña, a eso de la 8 de la mañana ella acostumbra a rasgar la puerta para saludarnos o hacer sus necesidades, yo sabía que era ella así que me desnude totalmente, ella dio el brinco normal a la cama y se quedó en la orilla mientras yo llegaba a la cama, tenía la verga parada, muy dura y gruesa, al llegar al borde de la cama bajé a su altura y sin poner reparos su pequeña lengua empezó a recorrer un lado del tronco de mi verga, estaba muy exitado y mis fluidos empezaban a salir a torrentes, lo que ella disfrutaba como si lo hubiese hecho siempre, decidí acostarme y dejarla que se deleitara, mi verga crecía y crecía al punto de querer estallar, así que quise tocar su chochita, mientras su lengua hacia el trabajo, debo decir que sólo uno de mis intentos tuvo éxito y por muy poco tiempo, estaba inmerso en ese placer, podía asegurar que en ese momento no tenía esposa, luego de un rato una de mis manos tomó sus dos patas traseras y la levanté un poco con lo que pude acariciar esa fresita, decidí hacerle un arrimon e intentar tener una idea si mi perrita tendría la capacidad de aguantar al menos la mirar de mi verga, pero la cabeza de mi glande es algo grande ...