1. Insomnio y sexo


    Fecha: 20/06/2021, Categorías: Erotismo y Amor Tus Relatos Autor: Victor Piña, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Son las 5:40 de la mañana y no logrado conciliar el sueño. Mi chica descansa plácidamente, en la misma posición fetal con la que, horas antes, nos habiamos acurrucado, dándome la espalda. Me fumo un cigarro y al terminarlo me acomodo de cucharita para abrazarla por detrás. Encajamos de manera perfecta. Pareciera que su torso hubiese sido creado con el magno propósito de permanecer ensamblado al mío. Le plantó un beso detrás de la oreja y ella parece reaccionar moviendo suavemente su cuerpo al compás de las sutilez risillas que suelta adormilada. Al menear su cadera, percibo el delicioso tacto de sus glúteos que se recargargan sobre mi zona genital realizando ligeros movimientos circulares. Alzo la cabeza para asomarme a su rosto con la intención de comprobar si se ha despertado al sentirme pero noto que aún sigue dormida. 
    El toque de su cuerpo apoyado contra el mío ha propagado un ligero cosquilleo en la entrepierna que aumenta progresivamente. Despacio, deslizó mi mano hasta posicionarla sobre aquel agradable epicentro que poco a poco endurece debajo de los boxers a causa de las exquisitas sensaciones que genera el tacto.
    Infiltrada bajo su playera, la mano restante dibuja convincentes caricias sobre su espalda por unos instantes y, hábilmente se arrastra hacia delante, abriéndose paso discreto bajo la tela con sus pechos como meta. Al llegar a ellos, la erección se completa.
    Me quito de encima las cobijas y, finalmente, decido liberar mi miembro de aquella prisión de ...
    ... algodón que le impedía mostrarse erguido. Retiro sus pantalones de manera pausada hasta dejar sus nalgas al descubierto. Acerco mi verga hasta su parte trasera y rozo nuestras pieles con gracia, una cuantas veces hasta que los roces delicados ceden su labor a la intensa masturbación que tiene lugar al friccionar mi miembro entre sus nalgas, resbalando a lo largo, de ida y venida.
    No lo aguanto más y sumerjo mi rostro entre sus piernas para humedecerla. Dejo mis babas lubricando su entrada y, antes de decidir penetrarla, dejo que mi boca se dirijan hacia su parte trasera, en el momento justo en qué mi lengua se detiene a aplicar gustosa su respectiva humectación anal, ella despierta. 
    A este punto, la excitación es quien manda. Y sin decir nada, aprieta con fuerza mi pene entre sus manos como si fuera a estrangularlo y lo lame de abajo para arriba antes de meterlo entero dentro de su boca.
    Presas del arrebato sexual, tras retirarnos de las vestimentas, la tomo de sus panties con la suficiente fuerza para romperlas. Habiendo arrancado por completo su ropa interior y, sin nada que lo obstaculice, introduzco mi polla con el único propósito de atravesarla.
    -¡Si! ¡Así! ¡Parteme en dos! - grita, mi pene entrando y saliendo de ella como si fuera un cuchillo - ¡Me encanta, me haces tuya! ¡Solo tú sabes cómo cogerme!
    Sin detener el acto estiro la mano para sacar el consolador que guarda en su cajón y meterlo en su boca. Ella sin detenerse a reflexionar lo mama con tal entrega que ...
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