Consolando a mi abuela 4 - Relatos Eróticos

Consolando a mi abuela 4

Hasta ahora ni yo mismo podía  creer lo que estaba ya sucediendo entre mi abuela Leonor y yo que sin querer me enteré que ella era muy caliente y terminé dándole lo que tanto extrañaba mi verga en su vagina haciéndola gozar como tiempo no lo hacía y luego vino lo mejor cuando se lo introduje por el culo por primera vez y se rompí haciendo que ella gritara y dejará escapar algunas lágrimas por el dolor, luego me dijera que le había gustado esa nueva sensación de placer. 
Y ahora echada en su cama como una bebé muy hambrienta  había lambido y chuoado toda mi verga y no se detuvo hasta que recibió su porción de semen caliente que luego se lo había esparcido por su cara completamente. 

Y sabiendo que estariamos solos en la casa no tenía apuro así que volví a meter mi dedo en su culo y se lo revisaba y dije que tenia que nuevamente meterselo. 

-! Nooo.. me va a doler... ¡

-! Abuelita tengo que hacerlo si no se va a volver a cerrar luego le va a doler más, así que no hay otra solución.. Solo aguanté un poco.. ¡

Tuve que mentir para que acepte de nuevo tener sexo anal, así que mi verga lo coloqué en la entrada de su ano y fui empujándolo con cuidado despacio e iba entrandole con una poco del dificultad, sus manos se cerraron apretando la sabana con fuerza y cerró los ojos cuando mi ...

... abuela se sintió que ya era penetrada otra vez.. 

-! Hum.. ayy.. ten cuidado Neymar no me hagas daño.. hum.. ayy.. ¡

-! Jamás abuelita le haría daño.. sii que ricoo.. ohh. tiene el culo bien apretado.. ¡

Mi abuela mordía ahora sus labios cuando sentía como iba entrándo ya toda la verga en su ojete recién desflorado y emitía leves gemidos de dolor cuando las paredes de su ano cedian pero no se oponía. 

Y cuando ya lo tuvo encajado por completo en el culo ahora la tuve bien sujeta de su cintura y le daba poco a poco embestidas que iban subiendo en intensidad hasta que saltaban sus nalgas al chocar con mi ingle

-! Ahh.. ahh... ahhh.. Neymar mi neneee.. sii dale así más fuerte a tu abuelitaa.. quée ricoo.. ¡

Mi abuela Leonor ya estaba ahora entregada por completo al placer del sexo anal que experimentaba por segunda vez al igual que yo, y no me detuve hasta que inunde su esfiter de mi esperma.

-! Yaaa.. mee vengooo abuelita.. ohh... mm.. mm.. ¡

-! Ohh.. sii llenarmee.. con toda tu lecheee... ohh... mmm... mm.. ¡

Ese día e hicimos tres veces más sexo hasta quedarnos satisfechos por el momento, y mi abuelita ya nunca más estuvo triste siempre que me necesitaba ella estaba ahí para calmar su deseo de verga. 
Y toda la familia estaba feliz de verla sonriente en las mañanas.