Me gusta ver a mi esposa con otros. - Relatos Eróticos

Me gusta ver a mi esposa con otros.

No tengo en cuenta cuantos años he venido deseando que mi esposa acepte hacer el amor con otro hombre.
Un día sin tener nada pensado fuimos a la playa para descansar de una borrachera, cuando estaba por dormir veo a un señor que se acerca para preguntar algo, yo me hago el dormido y escucho la conversación. 
Hola, tienes un cigarrillo?
- no, no fumamos
Mi esposa se sienta y la veo casi con la cabeza entre las piernas de éste señor. No se que pasó por mi mente pero tuve una ereccion, no logré escuchar nada más, estuve un rato quieto y me levanté.
Hola, me dijo el señor-y me dio la mano.
Tienes una bonita esposa, me dijo y mi esposa se puso roja, queriendo disimular se levantó con intención de ir al mar, voy a bañarme dijo y se sacudió la arena de sus nalgas. El señor la miró y se mordió los labios. 
Ya regreso me dijo y se fue. Al rato regresó con un six pack de cervezas y se sentó junto a mi. Me dijo su nombre. Me llamó Mario.
Yo lo miraba con desconfianza y un poco de temor. Pero seguía conversando y bebiendo. Voy a darme una mojadita dijo y se levantó, me entró un poco de celos al ver que se acercó donde mi esposa y los vi hablar muy alegres, le aventaba agua y mi esposa corría.
Regresaron los dos juntos y pude ver que a Mario se le había parado y lo trataba de disimular colocándola a un lado, mi esposa también lo miraba disimuladamente, terminamos la cerveza y nos despedimos. 
Ya en el bunker, le pregunté de qué  hablaron y ella contestó, de nada, yo insistí, ...

... pero que bien te pusiste a reír y jugar con él. No me digas que estas celoso? Bueno si, le dije. Dime la verdad te gusta Mario?, ella dijo no, pero tiene una pinga hermosa, si o no, la viste? Si, le dije. Cómo será verla? Dijo ella.
Eso se quedó dando vuelta en mi mente y le volví a preguntar te gustaría verla, si dijo ella. Si quieres lo llamo, tengo su teléfono. Oye y en qué momento te ha dado su número, me lo ha dejado en mi bolso, mira. Era un papel de restaurante. Pendejo, Mario es un Pendejo. Nos bañamos juntos y los dos estábamos muy calientes, me chupo la verga y me corrí en un par de minutos. 
Ya en la noche y con unos tragos, me animé y le dije que llame a Mario, ella lo llamó y vino en cinco minutos, estaba con una Bermuda muy floja y una camisa de colores. Apenas llegó empezó a servir trago, bailaba solo, luego bailó con mi esposa a lo cual ella se movía muy sexi y le rozaba su culito por su verga. Se le paró de una forma impresionante, el se la agarraba y ya sin disimulo le mostraba a mi mujer, la cual reía a carcajadas, por último la sacó, nos quedamos mirando esa pinga gorda, larga y con una cabeza roja a punto de reventar. Se acercó a mí esposa y se la puso casi en la boca, ella la agarró con sus dos manos y la empezó a mover de arriba a bajo sus manitas se veían chiquitas al lado de esa enorme verga. Mi mujer la empezó a besar y pasar su lengua desde los huevos hasta abajo, casi en el ano de Mario, ooohhhh que rica lengua ahhhhaggg chupala, chupala, que rico, ...