1. atendiendo a dos viejitos


    Fecha: 10/05/2021, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: brujitx, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola a todos los lectores de relatos en esta página, para quienes no me conocen soy Sandra, mi tío violador me llamaba la zángana, estoy casada, tengo 35 años, no tengo hijos, mi contextura es delgada, 1,60 metro de estatura, 57 kilogramos de peso, negro y lacio, tengo también unas tetas medianas y unas nalgas redonditas y paradas que no pasan desapercibidas cuando voy por la calle.
    
    Algunos recordarán a José, un taxista de unos 28 años de edad, que tomó un servicio desde una residencia en que me estaba encontrando con un excompañero y amigo del colegio, tomó unas fotos y video con una cámara go pro que tenía instalada en su interior y con ellas, me presionó para “abusar” de mí a su antojo, so pena de entregar esas imágenes a mi esposo.
    
    Estando en esa relación forzada con este personaje, del que por cierto me estaba enamorando, debido a su fortaleza, dominio y poder que ejercía en todo momento, sabía qué decir y cómo actuar, buen amante, buena herramienta de trabajo, no era tan cariñoso, más bien llegaba a ser un tanto burdo en sus caricias.
    
    Este amante furtivo, me comentó, que, si yo quería atender a uno de sus tíos que quería hacer un trío con otro compañero y una chica, quedé sorprendida cuando me dijo que su tío tenía 68 años y su compadre, compañero y amigo tenía más o menos la misma edad, que ellos me pagaban bien, pero debería ser complaciente, cuidadosa y condescendiente, pues ya no eran tan hábiles para hacer piruetas en la cama, acordamos la fecha, el lugar ...
    ... y el dinero.
    
    La reunión se llevaría a cabo en una habitación con entrada independiente que José tenía rentada para sus propósitos de encuentros con chicas, así se ahorraba u dinero en hoteles y residencias.
    
    El taxista José se encargó de llevar a los viejetes y de recogerme, nos reunimos los cuatro en la habitación y José nos deseó suerte, luego de presentarnos, y de hacer recomendaciones de cuidado con su tío, de llamarlo cuando se terminara la reunión y de todo lo que se le ocurrió en ese momento.
    
    
    Al quedar solos, me dispuse a examinar a mis dos contrincantes, ya no eran lo suficientemente hábiles para mover sus cuerpos, eran frágiles, lentos y algo temblorosos, aunque su morbo y ganas de vivir estaban intactos, bueno muchachos, les dije, ustedes pagaron por su atención, entones a lo que vinimos, les dije con firmeza, ellos se sonrieron y se notaban muy animados.
    
    Me acerqué al más alto y con mis manos acaricié su rostro, lo acerqué a mi boca y nos dimos un beso, se le notaba tenso, como apenado por la situación, tranquilo papi que esto se pone bueno, relájese, bajé mis manos y con la derecha le apreté su bulto sobre el pantalón, aún estaba dormido ese animal, metí mi mano por entre la cintura y lo pude palpar, empezaba a tomar fuerza, lo apreté y aflojé varias veces, le desabroché los botones de su camisa y se la eché por encima de los hombros, quedó al descubierto un cuerpo esqueletudo, huesudo y su piel algo arrugada, él se quitó totalmente su camisa.
    
    Me ...
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