1. Mi experiencia en un trio 2


    Fecha: 08/05/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Jemito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Luego del momento tan excitante que había vivido al sentir esos labios lamiendo mi sexo, el juego de penitencias continuaba. Mi excitación y la de mis hombres aumentaban cada vez más cada vez más. Fuimos pasando cada prueba una a una sin que el tiempo fuera un limitante del placer y  de manera que el goce de todos fuera cada vez mucho más placentero. El juego tenía la característica que a medida que las pruebas avanzaban iba subiendo su nivel de exigencia y por lo tanto en varias pruebas me vi lamiendo el sexo de uno mientras el otro penetraba o lamiendo ambos sexos, incluso bailando suavemente los 3 muy juntitos y sintiendo el roce de nuestros cuerpos ya desnudos.
    Una de las tantas pruebas que teníamos que superar era que uno de debía ordenar al otro una penitencia la cual no podría rechazar y esa prueba le toco a Eduardo y quien debía cumplirla era yo. Me miro a los ojos y me dice. Quiero que cumplamos nuestra fantasía de la doble penetración, lo miro, me sonrió, y le digo, me imagino que no puedo negarme a ella y me dice, estarías en todo tu derecho, pero la prueba dice que no puedes negarte. Me sonrió y le digo, vinimos a jugar y no me puedo negar. Mientras el tercero ansioso esperaba un sí de mi parte.
    Eduardo se tiende de espalda en la cama y yo también de espalda me poso sobre él. Me penetra suavemente  por detrás a lo cual yo abro mis piernas en un afán de invitar al tercero para que me ...
    ... penetrara vaginalmente.
    Él se acomoda y me toma de la cintura, introduciendo suavemente su pene en mi vagina.
    Yo solo me deje llevar, cerré mis ojos mientras mi excitación aumentaba cada vez mas.AL principio ambos se movían lentamente esperando quizás una dilatación adecuada y así no causar ningún tipo de dolor. Jamás había sentido algo tan excitante, tan morbosamente deseada por 2 hombres a la vez me hacía gemir de una manera muy desenfrenada.
    Luego ellos deciden cambiar de posición y esta vez el tercero debió colocarse de espalda y yo frente a él, mientras Eduardo volvía a penetrar mi ano ya esta vez totalmente dilatado. Los movimientos de ambos machos ya no eran tan suaves y sus gemidos también se hacían sentir de una manera muy desenfrenadas.
    Éramos 3 seres desnudos en una habitación de un motel viviendo una fantasía que quizás todos  esperábamos vivir.
    Llevábamos mucho rato compartiendo nuestros cuerpos, cuando ciento que uno de mis machos como yo los bautice, exhala un gemido de placer y acaba. Ese era el tercero, luego me toca mi turno, aun con ambos penes dentro de mi acabo  y acto seguido Eduardo no habiendo pasado más de 3 segundos de lapso entre los 3. A pesar que era uno de mis tantos orgasmos que tuve esa noche, siento que fue el mejor de todos, el que me dejo tendida en la cama donde todos nos mirábamos y no parábamos de reír, esa risa que solo se logra cuando se ha pasado de maravilla 
«1»