Karo y sus gemelos - Relatos Eróticos

Karo y sus gemelos

... entrepierna por sobre sus bragas y las pantimedias.

Quiso jadear pero Julio no dejaba de besarla con sumo deseo, devorándole los labios y lengua, mientras Roberto oprimía y movía en círculos dos dedos contra su intimidad, acelerando la velocidad de sus actos a cada segundo.

Su cuerpo tiritó, cortó el beso con Julio, su cabeza se hizo hacia atrás, con su faz totalmente roja, y gimió de placer, soltando agudos y prolongados jadeos incontrolables.

—Oh Karo, verte así me causa tanta felicidad y deleite—comentó su pareja con una voz dulce y lujuriosa.

Se hincó ante ella, le separó las piernas con delicadeza, adentró su cabeza entre estas, bajo la falda, y realizó una serie de fuertes y lentas lamidas en su entrepierna, todavía por sobre las bragas y pantimedias. Karo volvió a jadear de forma entrecortada, pensando cómo se sentiría eso sin la ropa si ya cada lamida le provocaba una descarga de enorme gozo.

Al mismo tiempo, Julio le besó el cuello de una manera lenta y muy excitante mientras amasaba entre sus dedos uno de sus pechos. 

—¿Podría verlos? —pidió con su voz serena y profunda.

Karo asintió con su faz llena de carmín, se inclinó un poco hacia adelante para poder tomar el broche de su sostén y abrirlo, quitándose después tal prenda, dejando libres sus redondos pechos.

—Que vista tan maravillosa me das, amor —comentó su pareja viendo hacia arriba, mientras seguía degustando su entrepierna con lamidas y succiones cada vez más fuertes.

Karo ...

... apretaba sus labios para luego abrirlos soltando un agudo jadeo y luego volver a apretarlos. Sus piernas temblaban, toda su figura era surcada por deleitosos escalofríos. 

 —Aguanta un poco amor, ya vamos a darte lo mejor.

Julio comenzó a besarle un pecho mientras le apretaba el otro, al mismo tiempo su pareja le quitó la falda y luego fue quitandole las pantimedias, dejando succiones traviesas cada tanto en la piel de sus piernas que iba siendo descubierta.

Roberto terminó por despojarla de sus pantimedias e hizo lo mismo con sus bragas, dejándola ahora sí por completo desnuda. Sintió cierta pena como al inicio pero después de todo lo sucedido la excitación y el deseo volvieron a dominar sobre lo demás; abrió sus piernas y exclamó:

—Vengan, denme todo lo que quieran darme.

—Que atrayente propuesta —comentó Julio.

—Allá vamos amor —dijo Roberto.

Ambos le ofrecieron una mano y la levantaron. Julio se colocó detrás de ella, besando su cuello mientras se despojaba se sus pantalones y boxers, Roberto se desvistió por completo frente a ella, se acercó apretando su figura contra la de Karo y la besó en los labios con inmensa pasión.

Entonces, al mismo tiempo, tanto Julio como Roberto la penetraron a la misma vez en su vagina. Su cuerpo se envaró y tensó al máximo, cortando el beso con su pareja para jadear con fuerza y locura, experimentando un potente placer como nunca antes.

Julio había lubricado su miembro y la penetraba  con cuidado y lentitud, mientras su ...