1. Novia caliente


    Fecha: 23/04/2021, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Contador4u, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Esa tarde había sido particularmente calurosa. Como todos los domingos desde que éramos novios, fuimos a misa con el resto de la familia. Después de regresar a casa y refrescarnos, nos refugiamos en un rincón de la sala donde pudiéramos tener privacidad, y nos sentamos lado a lado en el sofá de dos plazas, al amparo del frescor del aire acondicionado, y en cierta forma ocultos de quien pudiera aparecer sin anunciarse.   
    
    Después de que mi familia terminó de cenar, la casa fué quedando en reposo y el bullicio de antes en la cocina fue dando paso al silencio mientras mi madre y hermanas se refugiaban en las habitaciones del fondo de la casa. 
    
    Era el momento que esperàbamos ansiosamente para dar inicio a nuestros toqueteos y sesión de besos de cada noche en que venía de visita, y que con el tiempo habían venido elevándose en intensidad y temperatura corporal, a tal punto de que después de que se iba no podía dormirme sin antes masturbarme debajo de las sabanas, habitualmente con el mango suave de un cepillo que tenía provisto con anticipación debajo de la almohada. 
    
    Nuestra conversación fué cediendo el uso de las bocas, pasando de las palabras a los besos, y arrastrando detrás a nuestras manos sobre los cuerpos húmedos y calientes. Cuando noté que se le abultaba la entrepierna debajo de su pantalón, coloqué mi mano en la cara interna de su muslo, siguiendo la línea que dibujaba su verga mientras se le alargaba. Sentí que mis pezones se erguían y se me marcaban debajo de ...
    ... la blusa mientras miraba fijamente como se iban engrosando las líneas de su verga y se definía la forma de su cabecita. Me regosijaba en causarle esa dura erección.  
    
    Sus manos en tanto, no daban tregua a mis tetas, pellizcándome los pezones y envolviéndolas enteras con sus palmas, sin dejar de morder mis labios de tanto en tanto. Mi panochita virgen se hacía agua, empapando mis calzones, y deseando sentir esa verga que aún no había probado más que con las manos. 
    
    Me puse de pie con el pretexto de cambiar la música, para distender un poco el bochorno de la excitación que me consumía, pero él me siguió y me abrazó por la espalda besàndome el cuello y mordiendo los lóbulos de las orejas desde atrás, mientras yo cambiaba de disco. Me pegó la verga entre las nalgas, y yo instintivamente me agaché para sentirla bajar y rosar mi panocha, mientras él me sujetaba por las caderas para que no me despegara. 
    
    Volvimos a tumbarnos en el sofá, mi subí la falda hasta la cintura y me monté en él abriendo las piernas para que rozara mi panocha mojada con el bulto duro de su verga. Sentía que se rompería el calzón de tanto tallarme en su verga, y deseaba quitármelos para ensartármela, pero me dió miedo. No sabía como se terminaba, así que me vine masturbándome en esa posición. 
    
    Cuando me bajé de su regazo observé su pantalón mojado alrededor de su bulto aún muy hinchado. Me arrollidé entre sus piernas y mientras el se sacaba la verga me hice una cola con el cabello suelto. Volví a ...
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