mi vecinita - Relatos Eróticos

mi vecinita

primero de todo me presentare, me llamo tuki (nombre ficticio) y por aquel entonces trabajaba en una ciudad a unos 45 minutos en tren desde mi casa, mi vida transcurría sin mucha excitación y con menos chicas de las que a mi me hubiera gustado. tenia 19 años y vivía obsesionado con mi vecinita, ella era una chiquilla de pelo negro, delgada y con unas tetillas puntiagudas aun por terminar de desarrollar. 
un buen día su madre me anuncio el cambio de colegio de Silvia, y que la nueva escuela seria muy cerca de donde yo iba a trabajar así que me ofreció pagar mi transporte si la llevaba al colegio y la devolvía a casa cada día. cabe decir que yo acepte encantado y que al poco empecé a disfrutar de los trayectos con ella.
todo paso normal hasta una tarde que perdimos el tren que nos llevaba a casa teniendo que esperar una hora hasta el siguiente.
fue en ese rato de espera sentados en un parque solitario cerca de la estación cuando me comento que le dolía la espalda. vi mi oportunidad, así que me ofrecí a darle un masaje mientras esperábamos.
empecé a masajearle la espalda por debajo de la camiseta y no tarde en estar  empalmado del roce de su piel. la masajeaba suave, casi sin atreverme a apretar, no fuera que le molestara y terminara ese momento. al llevar un rato le dije que me indicara ella hacia donde quería que la masajeara y empezó a darme indicaciones, mas arriba, mas abajo, por el lateral, hasta que me encontré masajeando muy cerca de sus pechos. yo ya estaba a ...

... 1000, solo con soltar los dedos llegaría a tocar el lateral de sus pechitos y decidí probar, casi como si fuera sin darme cuenta. esperaba que ella se apartara, o que me preguntara que hacia pero no, se recostó hacia atrás clavando mi polla en su espalda (cosa que debió notar) y pidiéndome que pusiera las manos un poco mas hacia delante. las yemas de mis dedos daban tímidos roces a sus pezones y ella empezó a respirar mas fuerte.  yo estaba disfrutando como nunca en mi vida. pronto siguieron las indicaciones que me llevaron a masajear su barriga y notar como muy disimuladamente se desabrochaba los pantalones para que masajeara hasta el inicio de sus bragas. no me lo podía creer que esa niñita inocente me estuviera incitando a este tipo de roces.  yo estaba en la gloria pero entonces ella me dijo que ahora me daría un masaje ella a mi. en ese momento yo pensaba que para ella había sido un masaje inocente en el que pensaba que yo no había notado que le provocaba placer, pero ahora empezaba mi sorpresa. nada mas empezar ella a darme el masaje me pidió indicaciones. yo conteste que me daba igual que ella misma. ella empezó a masajear mi espalda de forma torpe, tardo muy poco en pasar a mi barriga y allí sus dedos se hundieron en el borde de mi pantalón. antes de que pudiera darme cuenta metía sus deditos por mi cintura y solo con un dedo de cada mano empezó a tocarme la polla uno por cada lado. yo me preguntaba como a su edad sabia hacer esas cosas pues tardo poco en empezar a ...