Pitu, Hugui y mamá - Relatos Eróticos

Pitu, Hugui y mamá

Soy la orgullosa madre de dos hijos espléndidos. Ernesto (le decimos Pitu) de 21 años, empleado en una oficina y de Hugo (Hugui) de 18, universitario. Hace unos 5 años mi marido nos dejó por otra mujer, eso hizo que los muchachos se unieran más a mí, tenemos mucha confianza entre nosotros.
Una noche estábamos los tres en mi cama mirando TV, Pitu, que tenía el remoto hizo zapping y lo puso en un canal porno donde daban un video donde dos hombres muy dotados hacían las delicia de una lujuriosa mujer.
En un momento Hugui se destapa y estaba sin el boxer, y mostrando una tranca formidable, haciéndose una paja. Lo debo haber mirado alelada, mirando esa garcha fijamente, ya que mi hijo me hizo un guiño cómplice invitándome a seguir con su tarea manual. Por morbo, lujuria o necesidad sexual consentí y estirando mi mano comencé a pajearlo.
Pitu, al ver eso también se destapó y también estaba desnudo pero su verga era aún más grande y apetitosa.,
- Pajeame a mí también. - dijo
Mis dos manos tomaron essa pijas duras, calientes y ya húmedas con sus fluidos preseminales. Yo estaba como en un sueño, como en shock. Pitu me levantó el camisón cortito y de tela fina y me hizo volar el calzoncito negro y bien chiquito que tenía. Comenzó a acariciarme la concha, apretarme el clítoris, abrirme los labios. Hugui me abrió el camisón y me dejó las tetas al aire. Debo decir que por suerte tengo lindas tetas, llenas, duras, bien erguidas, con pezones y aureolas rosados. Los chicos se ...

... tiraron e mis tetas como enloquecidos, me lamían, me chupaban, me las apretaban, me las mordían produciéndome un dolor increíble pero delicioso. Hugui, siempre el más desinhibido, pasó la mano por debajo y comenzó a jugar su dedo en mi culo.
Apenas pude articular, con voz ronca una palabra:
- Cojanme. -
Pitu, si dudar me arrastró hasta el borde de la cama, levantó mis piernas abiertas y me metió su poderosa verga hasta las bolas. Yo estaba tan mojada que me entró rápido aunque por tanta escasez de sexo y el tamaño de ese tronco me hizo lanzar un quejido.
Hugui se montó sobre mi pecho, con mis pezones comenzó a sobarse sus amadas bolas, después de un ratito me puso su tranca en la boca  que yo recibí agradecida. Tenía a mis dos  hijos penetrándome por dos orificios. En unos dos minutos me llegó el primer orgasmo con un  abundante squirting me mojó mi concha, mis piernas, el pelo púbico de Pito y la sábana. Los orgasmo se sucedían cada dos o tres minutos y eran intensos. En un momento Pitu acabó llenándome la concha de su rica leche. Hugui, siguiendo a su hermano me acabó en la boca. Fue un chorrazo de leche caliente y sabrosa, que con mucho esfuerzo logré tragar completa.
Los hermanos cambiaron de posición y mis orgasmos seguían. Recibí nuevos chorros de exquisito semen filial.
Cuando me sacaron sus vergas quedé desmadejada, despatarrada, fundida, panza arriba y desnuda. Los muchachos, por su juventud, todavía tenían semen para mí, Se pusieron uno a cada lado y comenzaron a ...