Ximena la otra nena del kiosco 2da parte - Relatos Eróticos

Ximena la otra nena del kiosco 2da parte

Ximena la otra nena del kiosco 2da parte
En el relato anterior les había contado el primer polvaso que no pegamos con Ximena, asi que no voy a andar explicando todo lo anterior, me dispongo a contar como la pasamos ese verano.
Con xime ese verano la pasamos genial, no podíamos coger todos los días porque a veces se complicaba que se escapara de la casa de los tíos o se acababan las amigas donde en teoría se quedaba a dormir jajaja
Para peor mis abuelos habían vuelto de vacaciones o sea ya no tenía lugar donde coger con la nena, por suerte xime, después de la primera gran cogida, ya no le importaba nada, y no tenía problemas en coger en cualquier lado.
Después de esa noche arreglamos para que se vistiera con pollera habitualmente, y sin tanga para poder hacerlo donde pudiéramos. Salimos a la plaza que había nombrado en el relato anterior, nos sentamos en el banco más oscuro, además como era muy tarde ya no pasaba nadie.
Yo: mamita, hoy vamos a coger acá mismo, donde arranco todo
Ximena: ¿papi, te parece acá? ¿Y si pasa alguien?
Yo: que mire y aprenda, o que se sume jajaja
Ximena: no seas malo, si nos ve alguien y es cuenta a mis tíos voy a tener problemas
Yo: tranquila bebe, son las dos de la madrugada, ya no pasa nadie por acá, fíjate esa pareja que esta allá, que piensas que están haciendo. Señalando una pareja que estaba a unos 40 metros nuestro.
Ximena: uy no los había visto a ellos
Yo: muchos vienen a lo mismo, por eso están todos los focos rotos
Empezamos ...

... con los besos de lengua, tenía una forma de besar que me encantaba esta nena, me succionaba la lengua, fue la única que me hacía eso, y me volvía loco.
Ella me tocaba la verga sobre el pantalón, la tenía como un garrote, y yo le masajeaba las tetas, y trataba de meterle los dedos en la concha empapada, como pudo me saco la verga de su encierro y se puso a pajearme muy despacio, mientras yo le pellizcaba el clítoris sacando suspiros apagados por mis besos.
Estábamos muy apretados así que no se veía nada, si alguien hubiera pasado seguro se daba cuenta de lo que estábamos haciendo, pero a lo lejos solo se podían imaginar.
No sé cuánto tiempo paso entre los besos, las caricias, la terrible paja que me estaba haciendo xime, ya no aguantaba más, quería cogerla, ya no me importaba nada
Yo: xime, sube arriba mío y enterrarte mi verga en la concha, no aguanto más las ganas de cogerte
Ximena: ¿te parece? ¿Y si esa pareja nos ve?
Yo: ellos están haciendo los mismo, los invitamos y nos enfiestamos los 4 jejeje ellos están en sus cosas, ni se van a enterar
Ximena: bueno, confió en vos, se ves algo raro paramos
Se pueden imaginar el morbo que cusa de estar cogiendo en la vía publica, a la vista de todos, amén de que no había nadie. El simple hecho de pensar que alguien nos podía encontrar me calentaba más aún.
Xime muy obediente se sentó de golpe sobre mi poronga, nuestros suspiros quedaron dentro de nuestras bocas mientas nos besábamos, mi pija entro como cuchillo caliente en ...