1. Vestuario masculino y empleadas de limpieza 2.


    Fecha: 19/01/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Bueno, lo primero les pido disculpas porque se que ha pasado mucho tiempo, pero dicho esto voy a continuar con la segunda parte de este relato, espero les guste. Después de aquella primera vez con las dos chicas, hubo más encuentros. No demasiados, pero suficientes para que todo fluyera mucho más natural y cada uno supiera a lo que iba. Era un martes y me dirigí al gimnasio por la mañana, porque últimamente tenía que acudir por las tardes por motivos laborales. Y ya que iba a ir por la mañana, lo hice calculando la hora para que coincidiera que a las 13. 00 estuviese yo en el vestuario. Pero cuando llegué, la chica española, la pequeña (a la que llamaremos Marta porque en el primer relato todavía no le había puesto nombre) ya estaba por allí limpiando y me saludó con una enorme sonrisa “¡Hombre! ¡Tenía yo ya ganas de verte! Jajaja”. Yo le contesté: “Y yo a ti, jajaja, pero es que ahora tengo que venir por las tardes y no coincidimos”. Y sin cortarse, sin prejuicios, ni tapujos fue directa al grano y dijo: “Venga, pues no pierdas más tiempo despelótate ya”. Como ya os había contado en la primera parte, esta chica aparte de echarle bastante cara, y ser muy directa, también tiene un puntito de dómina que ya me había demostrado anteriormente y ahora me confirmaba con la autoridad que me dijo que me despelotara. Lo cierto es que la manera de ser de Marta, su decisión y su seguridad, me gustaban bastante y me excitaba mucho que se comportase así. Yo la hice caso, ni siquiera abrí ...
    ... mi taquilla y no tardé ni un minuto en estar completamente desnudo y con ella al lado de mí. He de decir que nada mas verla, estando aún vestido ya había comenzado a excitarme, así que para cuando me desnudé mi polla ya mostraba un tamaño bastante superior al normal. Ella se acercó y mordiéndose el labio inferior, me agarro el miembro con su mano derecha, me hizo un par de sube y baja, se puso de puntillas y me dio un beso en los labios, pero con lengua y todo mientras seguía agarrada a mi pene. Marta: ¿Qué tal? ¿Te parece un buen principio después de este tiempo sin vernos? Yo: ¡Perfecto! No podía ser mejor… Y siguió besándome y tocándome la polla de una manera casi ansiosa. Se notaba que ella también estaba bastante cachonda. Como estaba sola, nadie vigilaba la entrada, tampoco habíamos tomado ningún otro tipo de precaución, y estábamos en un sitio donde era imposible no ser vistos, me desconcertó la idea de que pudiese entrar cualquier otro socio del gimnasio. Entonces le dije: “¿No está tu compañera hoy, para que vigile la entrada?” Marta: “Que va, está de baja desde hace unos días. ” Yo: “¿Entonces estás tu sola?” Marta:”No, han traído a una suplente, pero como no conoce esto, soy yo la que le va diciendo las cosas que tiene que hacer y ahora mismo está ocupándose del vestuario femenino. Si quieres luego le digo que se pase por aquí, jajaja. ” Yo: “Ufff!!! No sé. Me da un poco de corte. No la conozco de nada. ” Marta: “Jajaja, si el mismo corte que te dio el primer día ...
«1234...8»