Boutique “la cariñosa” 4 - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa” 4

... ponente en cuatro, aquí al borde… Vos Miri también, pero arriba de Cami. Si, apoyate en tus piernas, no te arrodillés. Así. Muy bien… - Ambas quedaron exponiendo culo y concha soberbiamente. Miri apoyándose sobre la espalda de Camila. 
-¿Te pesa mucho Cami?
-No, para nada. En realidad, si no fuera por las tetas, Miriam sería una pluma.
-¡Jajaja! – Las risas fueron generales…
Me incliné sobre ellas, a chupar, pasar la lengua, dar besos, en conchas y culos de ambas. Al culo de Miriam lo besé, chupé y humedecí muy especialmente. Sabía que ya lo había preparado Cami. 
Las chicas reían, gemían, gritaban… Estaban desbocadas. ¡Les gustaba el jueguito!
-Papito…, allí, en la mesita de luz está la pomadita… - Mirian me indicó estirando el brazo.
	Le embarduné el agujerito con delicadeza y cariño. Me lubriqué los dedos. Le metí el dedo mayor, despacito…
-Si te duele o molesta, decime…
-No, para nada. ¡Seguí!
	Le metí dos, luego tres… Excepto el pulgar y el meñique, tenía todos los dedos de mi mano derecha dentro de su culo…, bien empomado. Deslizaba perfecto. Los giré, hacia un lado y hacia otro… Cada vez mejor.
-Relájate bien tesoro…
	 En ese momento pensé que si yo empujaba a Miri, iba resbalar sobre Cami.
-Escuchen chicas. Es mejor que Miri se ponga en cuatro sobre la cama. Será más fácil. 
	Es lo que hizo rápidamente, saliendo de la ubicación sobre Camila.
-Cami, acostate boca arriba, y metete entre las piernas de Miriam. ¡Vas a tener una riquísima conchita cerquita ...

... de la lengua!
-¡Jajaja!
	Le acaricié el hoyito con el glande. Me la agarré para poder empujar mejor. Fui entrando despacito…
-Avísame si duele y paro.
-¡No, no! ¡Es rico!
	Seguí empujando, hasta que entró toda la cabeza.
-¿Estás bien así?
-¡Si! ¡Me gusta!
	Se la saqué…, para volver a entrar…, que es lo que más me gusta…
-¡No la saqués!
-¡No, no, es para hacerlo mejor! Poquito a poco… ¡Te va a gustar más! 
	Volví a penetrarla…, siempre suavemente, despacito. Cuando entró el glande seguí empujando…. Miri gemía despacito.
-Ah ah ah aaahhhh si… 
Camila estaba chupando la conchita de Miri y, supongo, que también el clítoris, dado como movía la boca. Tenía los ojos bien abiertos, viendo como mi pija entraba en el culo de su hermanita… 
El recto de Miriam era milagroso. Apretaba la pija como si la agarrara con la mano. Ya está. ¡La tenía hasta el fondo!
-¡Sisisi! ¡Así! ¡Qué lindoooo!
Miriam gozaba como una loca…
-Agachate bien y chupale la concha a Cami. ¡Vas a ver que rico es todo!
-¡Ah siiii!
Camila tenía mis huevos frente a sus ojos. Sacaba la lengua de la concha de Miri y la pasaba por los testículos. Miri se dedicaba fervientemente a lamer a la hermana. Era todo fantástico. Yo esperaba que las nenas tuvieran los orgasmos para comenzar a bombear fuerte. Por ahora sola la movía despacito saliendo y entrando pocos centímetros.
Las nenas se estremecieron, gritaron y se sacudieron. ¡Era el momento! Comencé un enérgico bombeo.
-¡Aaaahhh! ¡Siiiii! 
-¡VAAAAA! 
Le ...