1. El Vecino Ruidoso Cap. I


    Fecha: 03/04/2021, Categorías: Bisexuales Tus Relatos Autor: Cachopo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... cualquier sitio… si su casa no fuera como un cuarto oscuro. Desde que se mudó hace dos meses no dejan de llegar tíos a follárselo. La verdad es que el tío no tiene ningún tipo de filtro. Vienen hombres jóvenes, mayores, cachas, gordos, delgados, en traje, en ropa deportiva… Mi mujer anda de los nervios, porque el chaval no se corta un pelo, y ya sabéis como son las construcciones actuales. Se escucha todo.  
    
    Nuestro vecino se ha convertido en uno de los temas preferidos de discusión de mi mujer. A parte de encargarse de que toda la urbanización se entere de lo que pasa en su piso, constantemente me increpa para que llame a la policía y lo denuncie por prostitución. Yo tengo bastante claro que el tío no es… escort o puto o como se diga. Se levanta todas las mañanas para ir a trabajar, aunque haya estado toda la noche follando. Si fuera escort, por poco que cobrase, con todo lo que folla podría vivir en una mansión. Yo le digo a mi mujer que es su vida, y puede tener todo el sexo que le dé la gana. Follar no es delito me encantaría gritarle, pero siempre me callo la boca. No tengo el valor ni para hacer un mínimo comentario. En cierto modo me alegro de tenerlo de vecino. Creo que es el Karma que viene a castigarla por el celibato que ha autoimpuesto en nuestro matrimonio.  
    
    A pesar de que me había planteado no ceder en esta loca idea de denunciar a un vecino por tener una vida sexual activa. La guerra de desgaste en que se había convertido mi matrimonio, y en la que yo ...
    ... me sentía como Palestina contra Israel, acabo surtiendo su efecto. Aquella noche, tras la enésima bronca con mi mujer, que acabó con el niño llorando y yo durmiendo en el sofá, decidí contentarla muy a mi pesar.  
    
     
    
     
    
    Al día siguiente, vi llegar a dos chavales de veinte años que tenían pinta de venir a darle caña de la buena. Era los típicos chicos de barrio que no cuidaban especialmente las apariencias… ni la higiene. Seguro que olían a sudor desde el portal. No tardaron en confirmar lo que esperaba. Se escuchaba todo desde la habitación que iba a ser del niño (que tuvimos que reubicar ante la insistencia de mi mujer) y el baño de invitados, al que yo había sido relegado como si lo fuera en mi propia casa. Estuve un rato allí para confirmar mis sospechas. Inicialmente fueron risas y al poco ya fueron insultos, tortas, nalgadas… Mi vecino tardó poco en empezar a gemir como la puta que era. Al final lo juzgaba igual que mi mujer, pero en mi mente alguien que se deja usar por cualquiera no tenía otra definición que puta barata. Mi mujer apareció con el teléfono, y no hubo escapatoria. Llamé a la policía, y expliqué que mi vecino ejercía la prostitución y poco más. Soy abogado, y sabía que tenía que exagerar o no vendría nadie. Por suerte, mandaron una patrulla y no se rieron de mí a la cara. 
    
    A los veinte minutos aparecieron dos policías, que rondarían en un primer vistazo los cuarenta y cinco y treinta y cinco años, respectivamente. Yo abrí la puerta y les hice ...
«1...345...14»