1. Me tiré a una joven casada


    Fecha: 17/06/2017, Categorías: No Consentido Autor: Ninapaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... por habérmelo echo tan bien.
    
    Cambiamos las posiciones y la desnude, creo que ninguna de las dos pensamos en que en cualquier momento podría entrar alguien, por eso mismo le quite todo lo que llevaba... sus pechos estaban bien colocados y empecé a jugar con ellos, después repetí lo mismo que le hice en el baño, cogerla en peso para llevármela contra la pared, ayer me quede con ganas de meterle mis dedos y que los probara y eso hice, la pegue a la pared fría para meterle dos dedos en ella, empecé lento a penetrarla, hasta que me pedía en mi oreja que la follara más. Así que metía y sacaba mis dedos sin piedad, su chocho se estaba empezando a dilatar y metí cuatro dedos, me estaba jadeando tanto que por un momento creía que la que se iba a correr era yo. Tenía un cansancio considerado de tenerla cogida en peso, así que la baje y la puse mirando hacia la pared, pidiéndole que pusiera su culo en pompa, lo hizo y empecé otra vez a penetrarla le hice lo que con muchas chicas no puedo hacer, estaba chorreando y le metí el puño, dió un grito fuerte, y le puse mi mano en su boca mientras con la otra le llegaba hasta el fondo de su coño, empecé un ritmo considerable mientras que ella me chupaba los dedos como si le estuviera haciendo una mamada a una polla, que morbosa era.
    
    Después de un rato follandomela note una presión en mi mano que me obligó a sacar el puño, saliendo un chorro espesito de su maravilloso chocho, ...
    ... puso todo el suelo lleno de su increíble corrida. La volví a coger en peso con furia y la coloque encima de la mesa y yo encima de ella, entonces me comí ese coño con una fina línea de pelo, sabía delicioso y necesitaba masturbarme, así que mientras le comía su pubis, yo jugaba con mi clítoris (me encanta hacer esto por cierto) ella no tardo nada en tener otro orgasmo y pare de lamerle para poder llegar al mío... jadeante de placer, se abrió la puerta, encontrándonos a Marta, la recepcionista, encima de la mesa desnudas, entonces clave la mirada en los ojos de Marta y mirándola llegue al orgasmo. Ella sonrió, y cerró la puerta sin decir nada, mientras Sonia, estaba loca buscando su ropa. Cuando las dos nos vestimos, la besé, ella me entregó una tarjeta, y me dijo que la llamara para poder finiquitar el papeleo, le guiñe un ojo y salí de La Oficina, había como unas 10 personas esperando, y me dio la risa, me acerque otra vez a Marta para despedirme... y le dije:
    
    -Nina: ese último orgasmo te lo he dedicado a ti
    
    -Marta: todo un detalle señorita Paul, aunque me has dejado un poco caliente
    
    -Nina: si quieres esta noche te puedes venir a mi casa
    
    -Marta: nunca vas a cambiar no?
    
    -Nina: espero que no
    
    Y salí de ese edificio donde había aprovechado bastante bien la mañana. Bueno, hay que decir que esa noche vino Marta a mi casa, y lo hicimos durante horas... pero eso ya lo explicaré en otra historia.
    
    Nina 
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