1. Castigando a mi vecina de enfrente


    Fecha: 11/01/2018, Categorías: Fetichismo Autor: sheliana, Fuente: RelatosEróticos

    Me llamo Carlos y vivo en San Fernando de Henares. Mi bloque de pisos está muy pegado a otro y las ventanas de algunos dormitorios se veían desde mi salón.
    
    Cuando salía a fumar, podía ver a mucha gente del bloque de enfrente en sus dormitorios, la gran mayoría eran ancianos por lo que no me fijaba en ellos, sin embargo un día, se mudó una chica nueva, parecía ejecutiva de alguna empresa, siempre vestía muy bien, minifaldas, camisas ajustadas, tops, zapatos con mucho tacón, estaba tremenda, tenía un buen par de tetas, un culito que daban ganas de morderlo, debía hacer ejercicio y se veía que le gustaba tomar el sol, el pelo largo y rubio, los ojos no podría decir en aquel entonces de que color era.
    
    Era un poco descuidada y a veces, se desnudaba en su dormitorio, y cada vez que la veía, me masturbaba pensando en ella, y mis fantasías sobre lo que podría hacerle eran cada vez más perversas y morbosas.
    
    Cuando me decidí a hacer algo, era jueves, hora de la siesta, me acerqué al portal, llamé a los telefonillos y conseguí que alguien me abriera, para mi suerte, me recibió una abuela muy simpática, subí a su casa para ver si obtenía información sobre la chica y bingo, la señora resultó ser bastante maruja.
    
    Conseguí averiguar el piso en el que vivía y su nombre Adriana Cortés.
    
    Cuando terminé de hablar con la vieja, bajé a buscar los buzones y con un poco de maña, conseguí sacar algunas cartas, entre ellas una de la compañía de móvil. En ella veía un número de móvil, ...
    ... me lo apunté en el mío y me fui.
    
    Al día siguiente, la llamé con número privado, fingí ser comercial de su compañía de móvil, me confirmó su dirección, sus datos y debía ser ingenua porque le dije que había sido seleccionada para probar gratis el nuevo aparato de televisión con canales exclusivos y varios meses de teléfono e internet gratis si nos dejaba ir a instalar el aparato a su domicilio. La chica aceptó, le dije que estaríamos varias horas por que había que configurar muchas cosas y quedé en ir ese mismo día por la tarde.
    
    Antes de ir a su casa, fui a comprar algunas cosas para la ocasión, quería cumplir todas mis fantasías sin que se resistiera.
    
    Compré un maletín, una navaja, 4 pares de esposas, y unas cadenas.
    
    Me duché enterito, quería estar bien limpito para ella.
    
    Llegué a su piso sobre las 19.00 más o menos, me abrió la puerta, y me invitó a pasar, la muy ingenua no tenía ni idea de lo que iba a pasar.
    
    Llevaba puesta la ropa de trabajar, blusa blanca que dejaba que se transparentara el sostén de color blanco y se notaba como se marcaban los pezones, remetida en una minifalda lisa de color azul marino, no llevaba ya medias ni tacones, se había puesto unas zapatillas de casa de color negro, lisas y abiertas por detrás.
    
    Cuando me dio la espalda, dejé un instante el maletín en el suelo, sin que se diera cuenta, saqué la navaja y rápidamente le tapé la boca y la amenacé con matarla si gritaba, le pregunté si estaba esperando a alguien y le pedí que ...
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