1. Mi esposa y yo en la ducha


    Fecha: 05/07/2017, Categorías: Anal Hardcore, Autor: fredhot29, Fuente: xHamster

    ... estremecía al sentir que te devoraba viva, cada poro de tu piel emanaba cálido sudor a pesar de estar recién bañada y enjabonada, tus gemidos eran ahora alaridos que retumbaban el silencio de la ducha, el sabor contrario a lo que se podría pensar era exquisito, recorría la punta de mi lengua por los alrededores de aquel divino anillo de piel, lo mordisqueaba suave solo para oírte gritar tan sexy y desenfrenada, introducía poco a poco la punta en su interior hasta que vi las paredes rojas de tu ano, mi boca era una excavadora que te llenaba de saliva las entrañas al compas de tus espasmos, tu deliciosa piel de canela brillaba con el sol, apasionadamente tomas mi cabello entre tus dedos y tiras de él hacia ti, haciendo que mi rostro se talle aun más entre tus nalgas, lo movías suavemente de arriba hacia abajo, por fin era el momento, te aferré las caderas mientras besaba tu espalda, mi falo era un duro y palpitante trozo de carne que poco a poco entraba en tu ano, en tu cuerpo, haciéndote gritar de placer, el dolor se mezcla con las mas deliciosas sensaciones, el vaivén al principio ...
    ... era suave, cada poro de nuestros cuerpos se abría así como nuestra imaginación, el coito anal nos enloquecía, nos apasionaba, hasta el punto que me sentía morir cuando tus nalgas daban círculos sobre mi pene, resbalaba tan fácil por la lubricación, cada vez más rápido mi miembro se interna poco a poco cada vez más adentro de tu cuerpo, sentía el calor de tu piel, el sudor resbalándonos por nuestras axilas y entrepiernas, un aroma de ensueño que provocaba embestidas mas fuertes y potentes, con nuestras manos esparcíamos aquel sudor por todo nuestro cuerpo, porque no eran dos era uno fusionado, nuestras lenguas se entrecruzan, nuestras bocas se devoran en carne viva cuando de pronto un fuerte mordisqueo sobre mi labio superior, las yemas de tus dedos clavándose en mi espalda y un quejido entre dientes me indicaron tu orgasmo divino, el ano se cerró alrededor de mi tranca con más fuerza, no lo soporte mas, me vine a chorros tremendos dentro de tu conducto anal, bañándote de leche muy caliente las entrañas, solo nosotros lo hacemos así, con tanta pasión con tanta locura, con tanto amor… 
«123»