1. Por favor: que manera de interrumpir


    Fecha: 21/02/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Astrid Carolina, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... inyección que me protege por un mes. Tranquilo.
    
    Se echó un poco de saliva en la verga y empezó a adivinar el lugar exacto de mi orificio vaginal. Se ayudó con los dedos y me la empezó a meter despacito. Sentí la cabecita de su verga abriéndose paso por mi vello púbico y mis húmedos labios.
    
    Empezó a penetrarme poco a poco, ya había entrado toda y la sacaba y la metía nuevamente pero lentamente, como para ir agarrando ritmo. A cada entrada, solo soltaba unos ligeros gemidos de placer.
    
    De pronto, escucho el ruido de las rejas de la casa. Me hice hacia atrás, justo cuando me la estaba sacando (por suerte no lo lastimé) y me asomé a la ventana.
    
    Mierda, era Richard que estaba entrando. 
    
    Mi marido, le dije, mi marido webón. 
    
    Ahora hasta risa me da, pero en ese momento hubiera sido delicioso tomarle una foto a la carita de sorprendido  y de “ahora que hago” que puso Roberto.
    
    -	Escóndete debajo de la cama, aquí en el cuarto de mi hijo. Apúrate carajo…
    
    Cogió su pantalón y el polo y se metió como pudo en el cuarto de mi hijo menor. Yo sentía ya el ruido de la puerta principal abriéndose. Me metí al baño y mientras me ponía una bata que siempre dejo en el cuarto de baño, jalé la bomba, me lavé las manos, bueno hice correr un poco de agua en las manos para disimular y abrí la puerta justo cuando Richard entraba a la habitación.
    
    -	Y eso. Que pasó amorcito. 
    -	Me olvidé unos informes que tenía que llevar. La conchasumadre he tenido que volver desde la oficina por ...
    ... esa cagada de informe.
    -	Pero ya pues, tómalos y regresas con calma.
    
    Mientras todo ofuscado buscaba en su escritorio el bendito informe, ni siquiera se dio cuenta de mi pantalón en el suelo, así que lo recogí y lo puse en el cesto de ropa.
    
    -	Y se puede saber que mierda es esto?, preguntó
    -	Gordito, son las herramientas del carpintero. Va a arreglar la baranda, te acuerdas que te comenté.
    -	Que carpintero?. El Roberto ese, el esposo de tu amiguita.
    -	Si mi amor. 
    -	Y donde está, a qué hora va a arreglar?  Sabes bien que no me gusta que entre gente a la casa cuando estás sola. Cuantas veces te lo he dicho y nada mierda. Nunca me haces caso.
    -	Pero gordo, no hay problema. Iba a empezar a trabajar pero lo llamaron para ver otro tema en su taller. Seguro regresará más tarde.
    -	No hay problema, no hay problema. Toda la vida es igual contigo carajo. Ya sabes como son los vecinos, yo no quiero que vayan a estar comentando que eres una movida o una tramposa y que yo soy un cachudo. Por favor Carla, no quiero pelear por tonterías. Llámalo y dile que venga el sábado que yo estoy en casa.
    -	Pero gordito, no te pongas así, quien va a pensar eso amor. Además  recuerda que Roberto es el esposo de mi amiga Claudia y no pasa nada. Ya pues amor, no vas a desconfiar de tu mujercita, como si alguna vez te hubiese dado motivos. Pero igual, lo llamo en este momento y le digo que venga a recoger sus cosas por que voy a salir y que venga el sábado. Yo no quiero que te molestes conmigo ...
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