1. Mi amigo y el verdulero juntos


    Fecha: 06/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Puntualmente esa noche apareció Andrés en la puerta de casa.Mi ansiosa curiosidad se transformó en desesperación cuando vi quién era su acompañante. Se trataba de Sergio; el verdulero del barrio, un bruto como pocos, hosco y ordinario, siempre con una expresión dura en el rostro. Además era un fanfarrón tremendo, siempre pregonando que se cogía a todas sus clientas en la trastienda de su negocio. Era un verdadero gigante; yo ni quería imaginarme en proporción el tamaño de su verga.Anita no pareció decepcionada cuando vio con quien iba a ser compartida; siempre me decía que este tipo la desnudaba con la mirada cuando iba a su local y, algunas veces, le hacía comentarios soeces fuera de lugar…Ahora ese otro bruto tendría la oportunidad de cogérsela, gracias a su amistad con el mecánico. Hasta podría sodomizarla, si mi mujercita se aguantaba semejante pija.Andrés parecía divertido, me miró sonriente preguntándome“Te imaginabas que Sergio iba a terminar cogiéndose a tu mujer?”Agregó que siempre le había tenido ganas, como varios hombres del barrio. Ahora ese otro bruto iba a sacarse las ganas.Yo ni siquiera le contesté, veía que a Ana le brillaban los ojos, sin dejar de mirar al verdulero.Andrés me preguntó si iba a quedarme para presenciar lo que le harían a mi esposa, o si prefería irme y regresar en unas horas. Le contesté que quería ver todo, recibiendo como respuesta una sonora carcajada de ambos hombres.Ana los precedió camino a nuestra habitación, mientras Eduardo le ...
    ... manoseaba el culo por debajo del vestido dorado y sonreía satisfecho por la ausencia de una tanga. Sacó un par de dedos humedecidos con la esencia de Ana y se los mostró a su amigo.“Te dije que es una flor de puta, ya tiene la concha chorreando...”Mi esposa permaneció de pie en el centro del dormitorio, mientras Eduardo se acercaba por detrás para acariciarle los hombros y deslizarle los breteles del vestido, el cual cayó al piso en un segundo, dejándola en toda su esplendorosa desnudez.El bruto del verdulero ni siquiera había dicho palabra, pero ya se estaba desnudando en un rincón. La visión de Ana vestida sólo con sus zapatos de taco aguja y las medias de nylon lo hizo excitar bastante, ya que lanzó un silbido mientras se tomaba su enorme verga con ambas manos.Decir enorme es poco, esa pija era mucho más grande todavía que la de Eduardo. Si intentaba sodomizar a mi mujercita con eso, seguramente la pobre iba a terminar en un hospital con la cola destrozada.Eduardo también se desnudó y le dijo a su amigo que él mismo la cogería a Anita en primer lugar, para dejársela bien dilatada y lubricada, ya que así podría resistir mejor su gigantesca verga.El verdulero asintió con la cabeza y se acercó a mi esposa, que estaba en cuatro patas al borde de la cama. Tomándola por los cabellos la obligó a abrir su delicada boca y le hundió su tremenda verga ahora un poco fláccida, hasta el fondo de la garganta.Anita por supuesto se ahogó con esa intrusión, pero enseguida pareció que se ...
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