Mediterráneo - Relatos Eróticos

Mediterráneo

Soy Manolo, casado con Florencia, le digo Flor, somos del barrio de Carabanchel. Barrio de una pacatería imposible de soportar. Como somos liberales y nos gustan los juegos sexuales y no convencionales con otras personas, en nuestras vacaciones viajamos a las costas mediterráneas donde las personas son más libres, más alegres, de mente más abierta. Pensábamos seguir la costa y llegar a Barcelona pero nos quedamos en LLoret de Mar. Fuimos a un hotel familiar, muy lindo y cómodo, con unas dueños muy simpáticos. Nos acomodamos y salimos a caminar, en un chiringuito preguntamos por las marinas donde se juntara juventud. Con esos datos recorrimos las marinas, lentamente, mirando esos hermoso botes. Llegamos a uno de buenas dimensiones, muy lindo y cuidado, donde una pareja estaba sentada en la popa. Me fijé que la joven estaba con un bikini cuya parte superior estaba muy bien llenada y el chaval tenía un cuerpo que satisfaría a una mujer. Ambos de piel blanca pero muy tostados. El cabello de ella era castaño, largo y lacio.
Lols miramos sonrientes y comenté:
- Que hermoso bote! - 
- Les gusta? -
- Muchísimo. -
- Aborden y lo ven completo. -
Así lo hicimos y nos presentamos. El joven se llamaba Jordi y ella Inma. Sus cuerpos eran perfectos y el biquini de ella era sugestivo. El bote estaba perfecto, nos contó que tenía 12 metros de eslora (largo) y 4 metros de ancho (manga). Tenía toda la tecnología electrónica para la navegación. Al llegar a la proa tuvimos una agradable ...

... sorpresa: La cama iba de  lado a la de la embarcación agostándose en la punta del barco. Era inmensa y coquetamente  el colchón tenía una cubierta de chinz. Jordi nos miró sonriente con mirada pícara, todos sonreímos pero yo comprendí que mi plan progresaba. Volvimos a la popa y nos sentamos a platicar y beber gintonic, con poco gin y bastante hielo. Era la bebida preferida de los cuatro. Señalé esa casualidad con toda la intención de acercar posiciones. Hablamos hasta la noche, de todos los temas, incluido el de las relaciones de pareja.
En un momento dije algo que que las parejas debían ser libres y no atar a la otra parte si quería divertirse. Vi como Jordi elevaba sutilmente sus hombros.
- Esto va muy bien. - pensé.
Jordi reaccionó muy bien:
- Conoceis alguna pareja así? - Lo dijo ya con toda intención.
- Si. Y nos parece muy bien. -
- Debe ser emocionante. Cómo lo sabeis?-
- Porque somos nosotros. -
- Qué bueno! A Inma y a mí nos seduce la idea. -
Ya todo estaba dicho.
Invitamos a la pareja a cenar en el centro, fuimos a un restó muy alegre, con luces de colores, una fuente con luces de colores variantes y palmeras que creo eran de plástico.
Cenamos pescado con un vino de cava y como estábamos en una mesa alejada de otras mesas pudimos hablar libremente.
Contamos experiencias nuestras y ellos confesaron que no eran inocentes en esos menesteres. En un momento me lancé:
- Nls gustaría estar con vosotros. Personalmente, Inma me gusta mucho. -
- Vamos al bote. - ...