Toby, un gran amante - Relatos Eróticos

Toby, un gran amante

En Toby metiendo cuernos hablamos mucho de Abril, mujer caliente y poco de Toby, el macho que enloqueció a esa mujer.
Tuby tiene virtudes que lo hacen deseable para una mujer con gustos bien definidos.
Su cuerpo es largo y robusto, lo que hace que su presencia se imponga cuando monta a una hembra. Su pelaje es firme, lustroso, hirsuto donde hace falta y sedoso donde acaricia la piel delicada de una hembra humana. Es un perro muy dotado en una raza donde es genético el buen tamaño de su miembro.
Pero lo que lo hace increíble es su inteligencia y su talento sexual, digna del humano más interesante en el sexo.
Comprendió enseguida cuales eran los deseos y necesidades de Abril, cuales eran los papeles que convenía que asumiera, cuales trucos sexuales harían que la mujer se rindiera a sus favores. Supo desde un principio hacer del cuello, las orejas femeninas, el ombligo lugares erógenos. Su lengua, áspera pero movida con delicadeza hacía vibrar a la hembra, Su hocico maestro bebía del cántaro de placer de esas magníficas ...

... tetas, los labios vaginales se abrían hambrientos antes esa lengua, el clítoris se erizaba entre las suaves mordidas de sus colmillos expertos. Sabía esperar hasta que los gemidos y los ruegos femeninos imploraban por una penetración. Su dilatación peneana era importante, su fuente de semen casi inagotables. Su quietud y tranquilidad luego de la eyaculación lo hacía adorable para su hembra humana. Y cuando sometía a la mujer a una penetración anal, mostraba su maestría. Mientras su pene estiraba las tripas de Abril, con una pata delantera recorría su columna sacando suavemente sus uñas para marcar el recorrido. Aprendió rápidamente a dejar caer su baba canina en la boca de su amante, a enfrentar su lengua con la lengua de su mujer-perra. Los besos apasionados hacía chocar las dentaduras, mientras las lengua recorrían mutuamente los paladares, sabía moverse en vaiven con su pene dentro de la boca de la mujer hasta que el semen se descargaba en la garganta de su amada, que lo bebía con placer.
Toby era un amante sensacional.