1. Los blanquísimos jamones 4


    Fecha: 08/02/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Después de la corrida por el culo, nos quedamos tirados en la cama completamente relajados. Yo sabía que tendría algunos minutos antes que la nena insistiera. ¡Ella es inagotable!
    -Metemela de nuevo por la colita. ¡Me gustó mucho!
    -Esperá. Tengo que recuperarme. 
    -Uy, que lástima. ¡Cuánto tiempo perdido!
    -No es para tanto. Tenemos tiempo. Ya verás.
    Araceli me acariciaba con el fin de ponerme al palo lo más pronto posible. Se levantó y comenzó una de sus geniales mamabas. Y sí. ¡Me la puso al palo!
    -Bueno, sentate. 
    -¿Encima? 
    -Si, pero dame la espalda.
    -¿Cómo? 
    -Vos sentate. Yo te explico. - La tomé de la cintura. – Bajate despacito. Tomá la pija con la mano y guiala hacia el agujerito. Así, muy bien.
    Tenía la cabeza en el agujerito, que ya no era tan “agujerito”. 
    -¿La sentís en el ano?
    -Si… si…
    -Bueno dale, sentate despacito mientras te penetra,
    -Bueno… sí… la siento…, así.
    -¡Perfecto!
    -¡Es divino! ¡Cómo la siento! ¡Qué lindo!
    -Despacito.
    -Si, si, ahora está mejor.
    -¡Bárbaro! Ya estás hasta el fondo.
    -¡Me gusta! ¡Me gusta mucho!
    -Andá cabalgando despacito, para que no se salga.
    -Sí… ¡bárbaro! 
    Yo le acariciaba los glúteos y la espalda. La guiaba desde la cintura en su “cabalgata”. ¡Es hermosísimo ver como la pija entraba y salía del orto! 
    -Me gusta mucho papito, pero me gustaría verte y que me acaricies las tetas.
    -Está bien. Date vuelta, pero sin salir. Girá despacito ayudándote con las piernas y los pies.
    -¡Uy dio! ¡Qué bárbaro! ¡La siento más ...
    ... todavía!
    -Pasá la pierna sobre mí. ¡Ves? Ya está. 
    -¡Sí, que lindo! Ahora te veo. Así me gusta más. Agarrame las tetas. 
    Con una de mis manos le acaricié esas magníficas tetas. Con la otra busqué la concha para acariciarle el clítoris. Araceli sonreía arrobada con los ojos cerrados.
    -Cabalgá despacito, yo te tengo.
    Le acariciaba la concha y el clítoris. La nena se refregaba. Su culo iba para un lado y el otro. Lo hacía circular, hasta donde diera la pija, sin salir. Su rostro era un paraíso. Todo el placer del mundo.
    Ahora dale, tirate hacia delante y levantá y bajás el culo lo más rápido que puedas, sin que se salga la pija. ¡Dale, dale!
    -¡Así, así… aaaahhhh! - ¡Orgasmo! ¡Y otro! ¡Y otro!
    -Dale ¡vas muy bien! 
    -¡Otro más! ¡No puedo parar!
    -¡No tenés porque parar!
    -¡No quiero parar! ¡Te quiero chorrear toda! ¡Jajaja!
    -¡Ay va la mía! 
    -¡Sí, llename!
    -¡Siiiiii!
    Me arqueé hacia arriba y llené el culo con todo el esperma posible.
    	Cuando Araceli se paró chorreaba de todo, sus jugos y mi semen.
    -¡Jajaja! ¡Lástima que hay que bañarse! – Araceli no paraba de gozar. 
    Al día siguiente recibí un llamado de “las tías”.  Me llamó la atención. Yo había terminado con el trabajo.
    -Hola Dany ¿Cómo estás? - Era Romina. ¿Por qué tanta confianza?
    -Muy bien y ¿ustedes? 
    -Bien, muy bien. Hiciste un gran trabajo.
    -Gracias.
    -Pero queremos hablar con vos.
    -¿Pasó algo?
    -No, nada. No es una charla profesional.
    -Bueno, será un placer. ¿Cuándo?
    -¿Podés venir esta noche, a eso ...
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