Todo va mejor 2 - Relatos Eróticos

Todo va mejor 2

Así seguimos un par de semanas. Más o menos. Resolvimos no ir todas las semanas al lavadero. No sea que la madre sospeche. Cuando no íbamos, Tuky se fijaba bien cuán lejos y ocupada estaba la mamá. Abríamos bien una de esas grandes revistas. Sacaba la pija a tomar “fresco” y Tuky la chupaba. Si notaba que había algún peligro me tapaba con la revista y “seguíamos mirando las fotos atentamente”. Si estábamos seguros, Tuky se inclinaba desde el sofá, como si estuviéramos en un auto, y mamaba hasta la acabada, que golosamente tragaba complacida. Total, se ha comprobado que no le hace mal a nadie. Más difícil era para mí. Primero le acariciaba con los dedos hasta que estuviera bien húmeda, incluso tenía algún orgasmo con la boca apretada para disimular los gemidos, y cuando estaba a punto se paraba, yo me inclinaba hacia adelante, y ella ponía su concha en mi boca, hasta el orgasmo. Ahí sí, tenía que haber un generoso pañuelo para limpiar los jugos de mi cara, aunque yo tragaba todo lo que pudiera, pero, en verdad los jugos de concha me provocaban un poco de acidez. En fin. ¡Había que arreglarse!
Uno de esos miércoles, cuando iba hacia la casa de Tuky me pareció ver en la puerta, junto a ella, a otra persona. De lejos no me di cuenta de quién era. Cuando estuve más cerca ambas chicas salieron a saludarme, sonrientes. Entonces reconocí a una de las chicas que estaba en el cumpleaños, alguna de las amigas o compañeras de Tuky. 
-¿Te acordás de Sarita?
-Sí, la vi en tu ...

... cumple.
-Ella es mi mejor amiga.
-Hola ¿qué tal? – Sarita me dio un rápido beso en la mejilla.
Tuky me había recibido como siempre, con un gran beso de lengua, y reía como siempre que estaba contenta y por suerte siempre lo estaba, por lo menos cuando estaba yo. Imaginé que Tuky le había contado. Lo que le dije a mis compañeros de que una nena de 15 o 16 iba a hacer alarde de que cogía con uno más grande también se aplicaba a Tuky. Seguro le había contado y Sara venía a comprobarlo “in situ”. No me gustaba mucho pero disimulé.
-Un placer Sarita. Me acuerdo de vos. ¡Cómo me voy a olvidar de una chica tan rica! - Parece que Tuky no se molestó.
-Dany es mi novio. – ¡Sonamos! ¡Así que ahora tengo novia! Es dura la vida.
-Sí, me imaginé. - Dijo Sara como si no supiera nada. Parecía muy piola. - Pero no molesto. Ya me voy. - Se besaron las dos y Sara me dio un beso en la mejilla que retribuí, como un caballero.
Entramos y nos instalamos en la sala. 
-Me acuerdo perfectamente de Sarita. Anduvo todo el cumple tratando de enganchar a algunos de mis compañeros para bailar, pero siempre aparecía un pibe a importunar.
-Es el novio, Carlitos.
-Pero me parece muy chico para ella.
-Tiene 16 como Sara y yo.
-Ah… por eso…
-Sarita me dijo que le hubiera gustado irse con ellos, como las otras chicas, pero Carlitos no la deja ni a sol ni a sombra. Es muy celoso.
Y claro, con una hembrita así como no serlo. Eso lo pensé, no lo dije. Evidentemente la nena se quedó con las ganas. Está muy buena, ...