Confesiones de un adolescente - Relatos Eróticos

Confesiones de un adolescente

... por encima de su ropa interior y comencé a acariciar su hinchado clítoris, seguí pasando mis manos a lo largo de toda su raja y pude sentir como estaban empapadas sus bragas, así que continué con las caricias en su sexo.
En ese momento la película proyectaba a una delgada rubia cabalgando sobre la verga de un hombre atlético y grande que gemía de placer mientras acariciaba los senos de la actriz, entonces comencé a hacerle lo mismo a Analia y sin dejar de acariciar su clítoris, me arrodille en el sofá frente a ella y comencé a pasar mi rostro sobre sus tetas y a acariciarlas con la otra mano.
“Te gusta?” le pregunte, y ella respondió que si emitiendo una mezcla de susurro y gemido; yo continué con las caricias mientras ella seguía mirando la pantalla, entonces yo metí mis dedos por un lado de su braga y seguí acariciando lentamente su clítoris y su húmeda concha, ella se estremecía de placer  tanto de ver lo que sucedía en la película, como de recibir los masajes que yo de daba con mis manos, yo sabía que no había vuelta atrás y quería que ella se viniera en mis manos, entonces me senté de lado en el sofá y ella se recostó de espaldas sobre mi pecho, con mi mano izquierda acariciaba uno de sus pechos por encima de su hombro y con mi otra mano, estaba dentro de sus bragas acariciando su clítoris y su concha de arriba hacia abajo.
Cuando noté que Analia se estremecía más que antes, presumí que su orgasmo estaba cerca y a mis caricias añadí el meter mi dedo dentro de su ...

... coño, lo cual causó que comenzara a temblar de placer, yo estaba perplejo porque nunca antes había visto a una mujer en la vida real experimentando un orgasmo, ya que en otras ocasiones nos reuníamos con amigos para mirar porno y masturbarnos pero nunca con mujeres; fue tan fuerte el orgasmo, que tuve que quitar rápidamente mí mano de su pecho para cubrirle la boca y evitar así que sus gritos despertaran a todos los de la casa.
Esperé a que terminara su clímax y lo supe porque ella enojada me quitó la mano de su boca y me dijo que la soltara, yo la solté inmediatamente, ella se sentó de frente al tv, me miro y su cara enojada cambio por un rostro libidinoso y me dijo: “ahora quiero verte a ti”.
Mi corazón y mi verga palpitaban fuertemente, ella bajó la cremallera de mi pantalón, yo le ayudé desabrochando la correa y bajando mis mojados bóxer, tenía la verga bastante dura y grandes gotas de un líquido viscoso y transparente chorreaba todo mi sexo. 
Ella, mojándose las manos con ese mismo líquido, comenzó a pajearme, recorriendo con su mano mi venoso miembro y acariciándome el glande cuando llegaba arriba, era delicioso.
Ella se había quitado sus bragas y mientras me acariciaba la verga con su mano derecha, con la otra mano frotaba su clítoris, ya no miraba la película, estaba frente a mí y parecía que se excitaba de verme sentir tal placer, “quiero verte los senos” le dije, entonces ella me soltó y quitó el saco que llevaba puesto, y frente a mi quedó expuesto todo su cuerpo: ...