1. El Fenómeno


    Fecha: 13/01/2021, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Fer, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... empezando a hacer efecto. Salieron del bar y caminaron apurando el paso hasta un hotel que estaba retirado unas cuantas calles; aunque ya habían pasado unas horas, lo que menos deseaban es que algún compañero los viera entrando juntos a un hotel alojamiento. Una vez allí, más tranquilos, tramitaron lo necesario para obtener una cómoda habitación. Entraron, ninguno decía nada. Fue Melina quien se animó y empezó a quitarse la ropa, se había vestido y maquillado como para una ocasión especial. Leo, al ver que su compañera tomó la iniciativa, la siguió. En pocos minutos estaban completamente desnudos, mirándose. Se abalanzaron el uno hacia el otro y se dieron un apasionado beso de lengua, abrazados. Ella lo tomó de la mano y lo llevó al baño, indicándole que entrara al cubículo de la ducha. Leo se sentó en el suelo, replegó la parte superior de su cuerpo hacia atrás, sosteniéndose con las manos en las frías cerámicas de la superficie de la ducha. Melina se colocó por encima de su amigo, con su vagina justo sobre el cuello del mismo. Demoró unos segundos, hasta que su esfínter se relajó y, a través de su meato, liberó un intenso y caliente chorro de pis que se estrelló contra la parte superior del tórax de su acompañante. Leo experimentó morir y estar en el paraíso, su hermosa amiga estaba cumpliendo ...
    ... su fantasía más preciada, sentía que le estaba dando su alma en esa deliciosa orina. Él se movió levemente para que el pis entrara en su boca y testear su delicioso sabor, algo salado. Melina tenía la vejiga repleta, por lo que Leo pudo disfrutar durante largos segundos. Cuando ella dejó caer las últimas gotas del preciado fluido, su partener procedió a pasar su legua a lo largo de toda su entrepierna, como quien pasa el pan por el plato al terminar de comer. “Meli, sos divina, me ahorraste años de terapia”. Rieron. Melina salió, se sentó en el inodoro y dijo “Ahora vos”; Leo tomó su pene y apuntó al agraciado busto de su amiga para rociar todo su cuerpo con el abundante pis que había reprimido durante horas, durante años. Al terminar, él se agachó y le realizó a su amiga un caliente cunnilingus que derivó en un espasmódico e intenso orgasmo por parte de ella. Abrieron la ducha y se bañaron juntos; entre besos, Meli lo masturbó y recibió un abundante y viscoso borbotón de semen en sus delicadas manos. Se secaron, alternando amorosos besos, se vistieron y salieron de la amueblada. Ya en la calle, Melina le dio un beso en la comisura a su compañero, “Hasta mañana”, dijo. Ambos emprendieron caminos contrarios, dándose vuelta esporádicamente para mirarse en la lejanía, hasta perderse entre la gente. 
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