1. Me cogieron en una fiesta de la universidad


    Fecha: 15/12/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Karla Lopez, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de ardor y excitación. Las voces afuera se alteraron más al escucharme, pero a diferencia de alguna ocasión en la que al tener sexo sobria podía controlar mis gemidos o taparme la boca, en esta ocasión mi cuerpo apenas podía controlarse. Únicamente sentía como esa verga estaba dentro de mi y me provocaba un placer que nunca antes había sentido.
    
    -Uff estas estrecha mamacita- me dijo Kevin después de haberme metido su verga y acto seguido, seguramente excitado por lo estrecho de mi agujero empezó a penetrarme como si fuera un animal salvaje en celo. Yo respondí gimiendo y gritando de placer tan fuerte que todos me escucharon. Cada vez que me metía y sacaba una ardor repleto de éxtasis recorría mi útero y todo mi cuerpo, el puso mis piernas en sus hombros y como el potro vigoroso que era me penetró más fuerte y más rápido. Yo únicamente seguía gimiendo y gimiendo extasiada de placer.
    
    En un momento, Kevin me dio vuelta y comenzó a penetrarme en pose de perrito,yo empire bien mis nalgas porque ya lo ...
    ... estaba disfrutando. El me la metía brutalmente, me nalgueaba y me jalaba los pelos. Hasta que,luego de un tiempo que no puedo decir cuanto fue, lo escuché emitir un grito de placer y posteriormente se recostó cansado a un lado de la cama. Se había venido dentro de mi. Luego de un rato el se fue y yo, con lo cansada que estaba por tremenda cogida que me habían dado, sumado a la borrachera que tenía, decidí simplemente recostarme ahí y quedarme dormida.
    
    Al día siguiente una muchacha me despertó, era la dueña de la casa, me ayudó a vestirme y a salir del trance. Revise mi celular y vi que tenía varias llamadas perdidas de mi mama y de mi papá y un mensaje al WhatsApp de ese chico diciéndome que quería repetir nuestro encuentro. Supuse que se había anotado mi número mientras yo estaba dormida. Salí corriendo de esa casa llorando y fingiendo estar avergonzada, pero en realidad había disfrutado cada momento de esa cogida que me dieron. Desde ese día me llamaron la putita y la culo fácil de mi universidad 
«123»