Miriam y una apuesta ganada - Relatos Eróticos

Miriam y una apuesta ganada

... una dosis de morbo adicional a toda la escena.Lorena seguía gimiendo y jadeando, tratando de llevar su delicada concha al encuentro de mis labios, estirándose hacia arriba todo lo que le permitía sus ataduras. Finalmente se tensó todo su cuerpo y un prolongado gemido escapó de su boca amordazada. Había acabado; llorando y jadeando.Miriam seguía bombeando mi cola con su juguete y además acariciaba mi clítoris, así que yo también en pocos minutos alcancé un buen orgasmo.Entre ambas pusimos boca abajo a Lorena; quien se resistió un poco cuando entendió que ahora le tocaba a ella experimentar sexo anal.Le quité la mordaza y suplicó por su cola. La tenía virgen y era muy estrecha. Ni siquiera a su noviecito lo dejaba, porque le dolía mucho…Pero Miriam estaba decidida a que la prenda de la apuesta debía cumplirse en su totalidad; así que le susurró al oído a Lorena que esa tarde iba a entregarnos la virginidad de ese culito redondo y apretado.Le sugirió que se relajara, así todo iba a ser más placentero.Mi amiga me cedió el honor de desvirgar ese apretado culo, así que me calcé el arnés y con esa verga mediana bien lubricada me acosté sobre el cuerpito de Lorena y muy despacio fui penetrando en su estrecho ano.La nena dejó escapar un grito de dolor, pero luego se relajó y comenzó a jadear demostrando placer. Bombeé un buen rato hasta sentir que Lorena alcanzaba un sonoro orgasmo vaginal con esa cosa enterrada en el fondo de su cola. Fue algo fantástico, casi glorioso…Después la desatamos y le permitimos descansar, mientras Miriam y yo nos enredábamos en la cama. Hacía bastante tiempo que no lo hacíamos…La tarde fue espectacular. A Lorena la habíamos convencido de que tener sexo con otras mujeres no es tan malo después de todo; así que el resto de la tarde lo pasó experimentando nuevas sensaciones en nuestras manos, bocas y lenguas…