1. 49.3 Cosas de jóvenes


    Fecha: 25/12/2017, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Borja terminó la bebida y fuimos a la mesa que Gonzalo tiene siempre reservada. Parecía que nada hubiera sucedido y hablaba con normalidad, se había tenido que desplazar a la oficina para preparar datos con el equipo de trabajo de Gonzalo y facilitárselos para la reunión.
    
    -Le he dicho que vamos a comer juntos, saldrá de Bergen a última hora de la tarde y está satisfecho, todo ha resultado bien para nuestros intereses. Es muy bueno en lo suyo y el abuelo está orgulloso, a veces dice que es mejor que él para vender las ideas y convencer. –era indudable que Borja adoraba a Gonzalo a pesar de que a veces discutieran.
    
    También yo le analizaba en mi interior y me impresionaba, aquel Gonzalo niño, adolescente y joven que amaba con locura había cambiado, era en su mayor parte otro ser, un poderoso hombre de negocios al que todo parecía sonreír a pesar de la desgracia tan terrible de lo sucedido con Ál.
    
    A veces veía vestigios de aquel niño que cuidaba de mí en el colegio, pero como si fuera una obligación que se hubiera impuesto.
    
    Tenía que acelerar el paso para evitar mojarme por la intempestiva lluvia que caía en mi camino a la piscina. Borja no había podido acompañarme a pesar de que le insistí. Nadé más de una hora y curioseé por el centro, mirando las cabinas de masajes, las salas de sauna y aunque no había mucha gente los había de todas las edades.
    
    A la vuelta, me detuve en la sala de los abuelos donde una leía un libro y el otro los diarios envueltos en una dulce ...
    ... música de cámara. Al abuelo le encantaban mis mimos y a mí también el dárselos, era tan diferente a mi padre que nunca me besaba, sus besos que de niño esperaba y nunca llegaban.
    
    Ahora lo compensaba con el abuelo, le estaba perdiendo el respeto y hacía lo que ni Gonzalo o Borja se atrevían, tumbarme en el sofá y colocar mi cabeza en sus rodillas para que acariciara mi cabello con su tierna y fría mano arrugada, la verdad es que siempre me había impresionado y hasta le rehuía de pequeño, cuando le veía en las oportunidades que estuve a su lado, aunque él siempre fue cariñoso y amable conmigo y ahora, después de mi primer beso, le quería al mismo nivel que a la abuela.
    
    Borja trabajaba en el despacho del abuelo, y al entrar me pasó su móvil.
    
    -Es Gonzalo. –se lo arrebaté de la mano.
    
    -Dentro de unas horas te veré, enseguida iré al aeropuerto y son dos horas de viaje solamente, tengo ganas de besarte, ahora al acercarse la vuelta se hace más larga la espera.
    
    Nos despedimos y le pedí a Borja que cuando Glenn fuera a buscarle me lo dijera para acompañarle y recibirle de sorpresa.
    
    El desapacible tiempo barría de lluvia los cristales del coche y resbalaban en gordos goterones. Glenn tenía sintonizada una emisora de radio y escuchaba la música durante la espera que se me hacía muy larga, eterna. Dejó de llover de pronto pero el fuerte soplo del viento continuaba.
    
    Obtuve mi premio al verle salir por la puerta de aduanas, dos agentes de uniforme salían con él y otra ...
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