La hija adoptiva de mi novia - Relatos Eróticos

La hija adoptiva de mi novia

Esta es un historia atipica la que me sucedió, que quiero compartirselas.
Soy Mario de 42 años.  Divorciado.  Mi novia Angelica tiene 36 años.  Cuando comenzamos a salir y a tener sexo, casi nunca lo hacíamos en su casa, siempre era en la mía o en un motel.  Ella guardaba un gran secreto.  Cuando le pedí que vivieramos juntos (después de salir por casi un año), ella me tuvo que decir su secreto, había adoptado a una pequeña niña de origen chino que había perdido a sus padres durante su trágico viaje ilegal a America.  Eso me impactó, si bien es cierto, ya tenía un hijo de 16 años, a quien veía poco, pues se habían mudado a horas de donde yo vivo, ahora tener a la hija de mi mujer viviendo con nosotros, además ella estaba como afectada por todo lo sucedido con sus padres, además no hablaba muy bien el idioma.  Era todo un caso y un reto.

Después de pensarlo por semanas, accedí a compartir los 3.  Alquilamos una casa.  Todo iba bien, siempre la hija adsoptiva de mi nueva pareja, a quien llamaré Sao, era respetuosa como es su cultura, pero era callada, poco comunicativa conmigo, pero creo que eso era normal.
Sin embargo, luego de algunos meses, en donde yo la llevaba de compras, al cine, al colegio no porque tenía tutor, que primero le enseñaba el idioma, y luego le daba clases privadas, lo cual es muy oneroso en este país.  A los pocos meses ella dio un giro.  Y ahora tenía una "pegazón" como decimos aqui, conmigo.  Me esperaba en la noche, me abrazaba, me daba besos en ...

... las mejillas, algunos muy cerca de la boca, pero no vi nada mal en eso, yo estaba representando a la figura paterna que le fue arrebatada, pensaba yo.

Pasó el tiempo.  Ya habíamos cumplido dos años con mi pareja Angelica de vivir juntos y todo marchaba bien.  Sao ya tenía trece y su instinto sexual afloraba cada vez mas.  Ella era de cuerpo muy delgado, ojos razgados como es natural en ellos, piernas largas y delgadas y tez morena.   En una ocasión que Sao no estaba, entré a su habitación y pude ver un cuaderno en su mesa de estudio.  Lo tomé y al abrirlo pude ver que ella ponía mi nombre dentro de un corazón y estaba por todo el cuaderno.  Me llenó de emoción ver que yo representaba la figura paterna que le faltaba, pero al voltear una de las páginas pude ver que decía -papi Mario quiero que me hagas tuya, quiero ser tu novia-.  lo cual me causó sorpresa.  Dejé el cuaderno y salí de allí.  Quiero confesarles que eso cambió por completo la forma en yo vería a mi hija adoptiva.  Y más cuando esa misma semana, yo estaba bañandome en mi habitación, no había dejado cerrojo, pues pensaba que estaba solo en casa, en eso, oí la suave voz de Sao y al voltear ella estaba conmigo en la ducha, estaba desnuda, nunca la había visto asi.  Su monte de venus estaba ya poblado, sus senos eran pequeñitos, pero su pezón era redondito de buen tamaño.  Me preguntó si podía bañarse conmigo, con un nudo en la garganta, le dije que si de inmediato.  Su cuerpecito estaba volviendose el de una mujer, ...