¿Te gusta mi polla larga y negra? - Relatos Eróticos

¿Te gusta mi polla larga y negra?

... de mí. Le pedí que usara un condón pero se negó. Luego hizo que me abriera las piernas de nuevo y empujó su pene dentro de mi vagina. Cuando empezó a empujar lenta y profundamente dentro de mí, le rogué que se detuviera, pero me dijo:
"¿Te estoy haciendo daño, bebé? No, me estás mintiendo. Estoy sintiendo tu cálido y húmedo coño alrededor de mi polla".
Después de unos 10 minutos sentí el pene del joven empujándome y pronto lo sacó y eyaculó sobre mi estómago. Luego empujó su pene dentro de mi boca, ordenándome que lo "chupara".
Cuando terminé, me limpió con pañuelos de papel y se fue de la habitación.
Pronto fue reemplazado por el otro tipo, que comenzó a desnudarse. Cuando se quitó la máscara, me di cuenta de que era muy joven, tal vez de quince años. Me hizo sentar en la cama y, mientras estaba de pie delante de mí, me empujó la cabeza hacia su pene, que era más largo que el del hombre mayor. Chupé y lamí el pene del chico durante unos 5 minutos hasta que lo retiró y me hizo ponerme de manos y rodillas en la cama. Luego se puso detrás de mí y comenzó a meter lentamente sus dedos en mi vagina. También le pedí que usara un condón. Entonces se quitó el condón de los pantalones y se lo puso en el pene.
Luego frotó su miembro erecto en la entrada de mi vagina y luego lo empujó dentro de mí. Mientras me empujaba profundamente, dijo,
"Oh, estás gimiendo. Te gusta esto, ¿eh?"
Cuando todavía estaba penetrando en mi vagina, el chico me puso un dedo en el ano. Le pedí que ...

... parara, pero sacó su pene de mi vagina y lo frotó alrededor de mi recto. Le dije que no podía hacerlo y me puse prácticamente histérica.
Luego dijo,
"Vale, no te haré daño, cariño. Eres una buena chica."
Así que empujó de nuevo su pene dentro de mi vagina, entrando y saliendo de ella, hasta que ha eyaculado en el condón.
El chico se levantó y salió del dormitorio.
Durante el tiempo en que los intrusos se turnaban conmigo en el dormitorio, uno de ellos, el que no estaba conmigo, salía. Me enteré más tarde que iría a la sala de estar donde Stephen estaba acostado. Me dijo que en varias ocasiones sintió el arma apretada en la parte posterior de su cabeza, y los sujetos siguieron burlándose de él, pidiéndole que les diera una razón para no seguir adelante y matarlo.
Mientras tanto, cuando me levanté de la cama, ambos intrusos entraron de nuevo en la habitación y se acostaron en la cama, cada uno a un lado de mí. Empezaron a besarme, a chuparme los pechos y a lamerme los pezones. El mayor me hizo ponerse a cuatro patas y se colocó detrás de mí. El más joven se puso delante de mí y me empujó la cabeza hacia su pene. Empecé a chuparlo mientras el mayor empujaba su pene erecto hacia mi vagina al mismo tiempo. Sentí que esta vez él también usaba un condón. Después de unos minutos sentí que el mayor me metió algo frío dentro de mí, no sabía lo que era, y empecé a asustarme.
Cuando todo terminó me enteré de que mientras tanto Stephen, que estaba en la sala de estar, se dio cuenta de ...