Le gustan las pollas negras - Relatos Eróticos

Le gustan las pollas negras

... sostenía a Gregory tenía sed, se sirvió un refresco del refrigerador y ofreció uno a los chicos de arriba. Cuando el ladrón subió, Gregory trató de escapar, pero antes de que pudiera abrir la puerta, un tipo bajó, le puso una almohada en la cabeza, le apuntó con un arma y le preguntó si realmente quería morir hoy. El individuo entonces le dijo a Gregory que los otros se estaban cogiendo a Stephanie al estilo perrito y le preguntó cómo se sentía.
Gregory lo miró enojado y no respondió.
Arriba el primer hombre realmente había puesto su polla de nueve pulgadas en la entrada del coño de Stephanie y la había empujado lentamente. Luego la agarró de las caderas y comenzó a bombearla con fuertes golpes.
Stephanie comenzó a mecerse hacia adelante y hacia atrás y a gemir.
"Te gusta esta polla negra, ¿verdad?", le dijo el tercer tipo a Stephanie, mientras ella empezaba a chupar la polla del hombre que tenía delante.
Entonces el hombre que estaba abajo con Gregory, lo llevó arriba para atarlo. Se vio obligado a ver cómo Stephanie era follada por ambos extremos por dos hombres diferentes y vio a uno de ...

... ellos que estaba filmando la escena con un teléfono con cámara.
"Oh sí", Stephanie se quejó.
"A esta zorra le encanta esto. Mi polla se está deslizando fácilmente en su coño. Te encantan las pollas negras, ¿verdad?"
"Oh sí, me encantan" respondió Stephanie después de que se le cayera de la boca la polla que estaba chupando.
"Di en voz alta: Me encantan las pollas negras, me encantan los guiños de la plaza"
Stephanie repitió las palabras del hombre, luego tomó la polla del otro hombre de nuevo en su boca, chupándola y lamiéndola.
Entonces el primer hombre comenzó a empujar más fuerte y más rápido, finalmente se corrió dentro del coño de Stephanie. Al mismo tiempo, el otro hombre le disparó su carga en la cara.
"Ok nena, ahora tienes que lavarte, vamos al baño"
Los hombres la ataron, y le echaron esmalte de uñas, incluso en el coño.
"Lávala bien. No quieres que lo haga por ti".
Mientras se lo echaban en el coño, Stephanie se quejaba de que le quemaba y uno de los invasores se reía diciendo que esa era la intención.
Finalmente se fueron, diciendo a Stephanie y Gregory que contaran hasta 160.