1. En el tren


    Fecha: 09/11/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: ChicaSexi, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... por debajo de mi mochila y las tiras de mi vestido y comenzó a acariciar mis tetas como podía. Con una mano me saco un auricular y me dijo:
    
    - En la próxima estación el tren para, bajemos que no aguanto más - su voz me re calentó al mil grados centígrados. 
    
    Llegamos a la estación, y con el montón de la gente bajamos, a los empujones. No se donde quedaron ellos, no los veía, pero comencé a caminar para afuera de la estación. Conocía un pasillo escondido por donde nadie pasaba así que me dirigí hacia allá. 
    
    El pasillo era un lugar donde generalmente duermen los indigentes, pero esta vez estaba vacío. Llegué y mire para atrás, los dos me seguían, y me di cuenta que eran amigos. El chico que estaba detrás mío era una cosa espectacular, morocho, y con unos músculos impresionantes. 
    
    Solte mi mochila y la apoye contra la pared, yo también lo hice, quitándome el vestido y quedando en ropa interior contra la pared. 
    
    Se acercaron y se prendió cada uno a una teta. Me bajaron el corpiño y las empezaron a mamar, mientras uno me metía dedos en la vagina y el otro en el culo. Que placer me estaban dando. Con mis manos saque sus penes de los pantalones y comencé a agacharme para metermelas en la boca. Las chupe, saboree por unos 5 minutos aprox. 
    
    Me levantaron y me pusieron de espalda y en cuatro, contra la pared para chuparme la cola y la vagina... No podía aguantar mis gemidos de lo rico que me lo estaban haciendo. Me separaron de la pared, el morocho me llevo su pene a ...
    ... la boca y así en cuatro, el rubio me empezó a dar... los escuchaba gemir: 
    
    - Mmm, si, mami, que rica estas, movete así, mira ese culo que rico y carnoso, dale nena, cometela - entre los dos me iban diciendo 
    
    Yo claramente no podía hablar ni gemir. En esa, me deja de dar el rubio, y me alzan entre los dos, el rubio me sostiene por debajo de los brazos acariciando mis tetas y el morocho agarra mis piernas para cruzarlas al rededor de el y cogerme en esa posición. Ahora si empecé a gemir de lo rico, Mmmm, aaahhh, Siii, dame papi dame... No daba más. El rubio me besó. Yo me sentía temblando de como me estaban cogiendo. 
    
    Me cambiaban de posición a cada rato, me daba uno, y el otro, perdí la cuenta de los orgasmos que tuve. Pero siempre estaba completa por todos lados. Así habremos estado 15, 20 minutos hasta que acabaron en mi boca y mis tetas. Me limpie con pañuelos que llevaba en la mochila y me vestí. 
    
    - Que rico todo chicos, gracias por esto. Me encantaron - Les dije. Al final algo que había empezado sin voluntad termino siendo de lo más rico. 
    
    - Vamos por una cerveza bombona, así te conocemos más. - me dijo el rubio. 
    
    Puedo asegurar que me había enamorado del rubio, que no se ponga celoso el morocho, pero me perdí un su mirada desde el momento que lo vi en el tren. Cesar (el rubio) y Federico (el morocho) eran sus nombres. 
    
    - Amigo, me tengo que ir, nos vemos en la próxima morocha - me saludó. Y quede con el rubio totalmente entregada. 
    
    Me volvió a ...