Hasta que lo convencí - Relatos Eróticos

Hasta que lo convencí

... unos 20 centímetros sin circuncidar , nos levantamos y nos dirigimos al baño y tomamos una ducha fresca, yo enjabonaba ese cuerpo juvenil y marcado por el deporte que hacía, y que disfrutaba que pasará mis manos por sus tetillas haciendo que sus pezones se endurecieron baje el jabón hasta sus genitales y mi mano echo hacia atrás su prepucio dejando al descubierto un glande redondo con su frenillo , lo lave con esmero pues no me gustan los malos olores, ya mi mano empezaba a sentir como despertaba ese rico pene, pero le dije, espera quiero sentir como te lo hago crecer con mi boca, lo enjuague , termine de ducharme yo y nos secamos, salimos y fuimos de nuevo al sofá, ya allí le retire la toalla, y me permitió darle un beso al que correspondió con algo de timidez, pero al poco ya nuestras lenguas se buscaban con afán, bese su cuello y sus lóbulos de las orejas y note como sus bellos de los brazos se erisaban   y como decimos acá se le puso la piel de gallina, y notaba cómo lo disfrutaba, baje por su pecho lampiño, hasta sus pezones que lamí primero para luego succionar de manera suave lo que le arrancaba gemidos deliciosos, y ya su pene empezaba de nuevo a levantarse, me detuve y le dije : espera quiero tenerlo flácido en mi boca y sentirlo cómo crece y se pone turgente, espere a que volviera a su estado aletargado y me dirigí sin más a saborear ese rico pene primero con su prepucio cubriendo su cabeza y con mis labios base su forro y lamer su glande, e ir introduciendome ...

... esa rica herramienta y sentir como se ponía cada ve más dura, lamía desde su base hasta su cabeza y le pedio que colocar sus nalgas al borde del sofá y coloque mis rodillas en la alfombra para levantar sus piernas y que dejara a mi antojo todo ese paquete armonioso , lamí de nuevo su verga, baje hasta los huevos que lamí para luego meter uno en mi novio y succionar hasta hacerlos gemir de gusto , sabía que lo disfrutaba y desde luego yo también, tomo sus dos testículos en su forro y los metí en mi boca para masajearlos con mi lengua, daba bronquitis de gusto y gemidos que me ponían más arrecho a mi, solté sus bolas para seguir dándole la mamada que tanto esperaba, tomo mi cara con sus manos y lo deje que dirigiera el ritmo con sus embestidas, y lo llevaba hasta el fondo de mi garganta, me soltó la cara y seguí con mi ritmo, hasta que me pidió que lo hiciera más rápido ya que también lo sentía que su corrida era inminente, me aparte y le dije, espera descansa unos segundo y empezaré de nuevo quiero disfrutarlo hasta que explotes en una rica corrida, lo bese de nuevo y chupe sus pezones pues algo que me gusta hacer y que me hagas, su mano busco mi pene y lo masajeó subiendo y bajando sus mano y ya mi precum mojaba la cabeza de mi pene, con sus dedos lo rego al rededor de mi glande, pero volví a arremeter en su verga,  baje para meterme su rica verga que era de unos 14 centímetros de diámetro, cuando bajaba con mi boca lo apretaba con mis labios y cuando subía lo succionaba, sus ...