Mi amo me obliga a seducir a mi roomie - Relatos Eróticos

Mi amo me obliga a seducir a mi roomie

... de Tere estaba desacomodada y me di cuenta de que tuvo más que unos besitos con su amigo. Eso, sin saberlo, me dio un poco de celos y de valentía. Me acerqué a Teresa y acomodé su blusa, tocando suavemente la piel debajo. Mi amiga me vio con extrañeza, jamás habíamos tenido ese tipo de contacto. Yo continúe cerca de ella, sin moverme, respirando cada vez más cerca. Finalmente, pensé en ese chico que había besado a Teresa y decidí que yo quería hacerlo también. Me lancé a sus labios y comencé a besarla. 
Teresa se sorprendió al inicio, pero el chico la había dejado tan caliente que continúo besándome. Me subí encima de ella y comencé a quitarle la blusa y el brassier, ella estaba sorprendida pero jamás hizo ningún movimiento por bajarme. Contemplé sus pechos blancos y gloriosos, lamí el pezón y la aureola para luego morderlos. Teresa me desnudó de la parte de arriba, me apretó más hacia ella para que nuestros senos se tocaran. Mis pezones estaba duros y sentí cómo se restregaba contra su piel suave.
–Ay, Tania–Gimió Teresa mientras besaba mis senos.
Finalmente nos acostamos en el sofá, yo me bajé de ella para desnudarla. Quité con un movimiento su diminuta falda y sus bragas de encaje, no sin antes haber un movimiento a mi computadora que ahí estaba viendo mi amo toda la escena. Teresa gemía muy fuerte, yo comencé a lamer sus pies y luego sus muslos, hasta llegar a su ...

... hermoso color rosado y depilado que esperaba por mi. Lamí su clítoris en círculos, Teresa gemía más fuerte y empujaba mi cabeza para que la lamiera más.
–Así, así Tany, así….
Teresa se retorcía de placer, metí dos dedos en su coño, los saqué para luego hacer que los chupara. Después de eso me quité mi short sin nada debajo para comenzar a frotar mi coño húmedo con el suyo. Comencé a mover mi cadera para restregarnos, mientras Teresa me tomaba de la cintura como para evitar que me fuera, para sentirme más cerca de ella.
Teresa me pedía más y más y yo continuaba haciendo que los líquidos de nuestros coños se unieran. Finalmente Teresa llegó al orgasmo entre gemidos y suspiros, no sin antes besarme y decirme: oh sí, Tany, así se folla.
Cuando terminamos ella se tumbó al sofá, pero yo la levanté con fuerza del brazo, enseñando su cuerpo desnudo a mi computadora.
–Amo, aquí le entrego a esta zorra para convertirme en su perra, su puta.
Teresa no entendía lo que pasaba, pero cuando vio al extraño en la computadora no se sorprendió, más bien saludó a mi amo mientras decía: 
–Un placer ayudarle a mi amiga con su iniciación, amo. 
Mi amo se rió para finalmente decir: –Así me gusta, dos putas en lugar de una.

Después de eso, mi amo me pidió que le hiciera otras cosas a Teresa, pero eso se los contaré luego. 
Si les gustó el relato pueden escribirme a tu_nicolette@hotmail.com