Una mañana cualquiera - Relatos Eróticos

Una mañana cualquiera

Me acababa de levantar. Había sonado el despertador. Las ocho y media. Tenia que darme prisa antes de que viniese el instalador de Movistar a cambiarme el router de mi adsl.

Todavía no eran las nueve cuando sonó el timbre. Que mal!!! Me había ido a la ducha y me había quedado sin agua caliente y todavía estaba empapada.

Me puse un pantalón corto y una camiseta todo lo rápido que pude y fui a abrir la puerta.

Dios, el chico que estaba frente a mi era guapísimo!!!!!

- Hola. Pasa.- le dije, y perdona que te reciba así pero es que no pensé que fueses a llegar tan pronto.

- No pasa nada. Es un momento y ya me voy para que puedas secarte mejor.

No se que tenía ese chico que hizo que me excitase como hace mucho tiempo que no lo hacía. Con solo verlo, ver su sonrisa, como me miraba y como se movía, conseguía que mi cabeza me imaginase con él follando salvajemente.

Busqué la excusa de secarme un poco el pelo para salir del salón dejándolo solo, trabajando.

Cuando llegué al baño me di cuenta que tenia la camiseta empapada así que sin pensarlo me la quité para cambiarme.

Estaba secándome un poco cuando él apareció en la puerta del baño.

-Perdona, solo quería decirte que....y al verme sin nada puesto se quedó callado.

- Que querías decirme??? le dije yo sin hacer mucho por taparme. Acababa de ver un bulto en sus pantalones que hizo que me excitase aun más.

No dijo nada...se acercó a mi y me besó con fuerza. Mientras una de sus manos agarraba mi teta la ...

... otra intentaba meterse dentro de mi pantalón.

Me dejé hacer todo lo que quiso. Me bajó los pantalones y se puso tras de mí. Ambos quedamos reflejados en el espejo del lavabo. Me abrazó por detrás, agarraba mis tetas mientras con la otra mano acariciaba mi rajita, que en ese momento ya estaba empapada.

Era muy morboso y excitante ver reflejado en el espejo cada cosa que me hacía. Me metió un dedo con fuerza y después dos, incluso tres. Con lo excitada que estaba entraban con mucha facilidad. Tanto que estaba a punto de correrme. Pero no me dejó. Sin apenas esfuerzo me sentó en el lavabo y abriendo mis piernas empezó a lamerme la rajita, metía la lengua y la sacaba.

- Correte en mi boca, me dijo.

Y lo hice...y fue el mejor de los orgasmos. Mmmmmmmmmm.

- Sabes que aún no hemos acabado, verdad??? Esto es solo el principio porque ahora te voy a follar como nunca antes te han follado.

Me bajó del lavabo, me dio la vuelta para que me volviese a ver en el espejo, me reclinó un poco hacia delante y en segundos noté como metía su polla dentro de mí, hasta el fondo.

Moviéndose muy rápido y ayudándose de sus manos sujetando mi cintura. Mmmmmm, podía notar todo lo grande y dura que era. Mis tetas se movían al son de sus movimientos.

No se cuanto tiempo estuvimos así pero ambos llegamos juntos al mejor de los orgasmos.

Acabamos en la ducha juntos y repitiendo lo que acabábamos de hacer.Después tuvo que irse. Ya en la puerta me dijo:

- Si tienes algún problema ...