12 HORAS DE RECREO EN LA PENITECIARIA - Relatos Eróticos

12 HORAS DE RECREO EN LA PENITECIARIA

Para entonces era guardia de una de las penitenciarías más grades y hacinadas de la capital, me llamaban popularmente “Gasper” pero mi cargo era de Dragoneante Rodríguez llevaba 9 meses laborando en la penitenciaria en los cuales había visto de toda clase de actos delincuenciales y corruptivos dentro  la prisión en donde los guardias solo éramos parte del sistema colaborando en muchos casos o en el mejor de los casos solo haciéndonos los que no veíamos nada, ni sabíamos nada y al final había una paga por eso. Lo cierto es que los reclusos tenían sus reglas internas y ellos tenían el mando de  las rejas y muros hacia adentro, mientras que nosotros los guardias hacíamos la fácil solo velar que no salieran de esas rejas. Para ese entonces habían varios bandidos o jefes que mandaban en cada patio de la cárcel, pero a su vez había uno máximo al que le decían el Pluma y lo llamaban “EL tripas” un hombre sin escrúpulos, con un prontuario que intimidaba al igual que su aspecto físico que fuera de grande, robusto, lleno de tatuajes, era grotesco claramente con una carencia de desaseo personal que  daba asco. Pero lo cierto es que tenía el poder, no solo económico para corromper el sistema y el poder físico para liderar a los reclusos por lo que el podía conseguir lo que quería dentro del penal y nada pasaba. Y en el lapso transcurrido en el penal había visto que “El Tripas” no solo permitía sino organizaba actos de Ajuste de cuantas, tráfico de todo tipo de mercancía, extorsiones, ...

... organizaba fiestas, mandaban traer putas,  hasta el  podía hacer que un recluso obtuviera el permiso para salir por unas horas y todo con un fin netamente lucrativo. Y que no hiciera parte su liderazgo estaba corriendo peligro!
Pensé que había visto todo para entonces, pero mi Sargento Cuellar me sorprendió con una nueva orden una noche;
Sargento Cuellar:Gasper! Necesito que este pendiente de la puerta de atrás por donde descargan los suministros que va llegar esta noche un campero con un encargo del “El Tripas” Ya está pago solo debe llevar el encargo a la celda de él.
Yo: Como ordene mi Sargento!
Para entonces sospeche que sería una de esas noches de putas, lo cual no era raro en el penal muchos reclusos pedían y pagaban por servicio, el cual sin inconveniente alguno nosotros permitíamos saltándonos las reglas de penal, era algo que nos daba bastante dinerito! Y no solo por el ingreso de las putas sino porque ese día también se lograba vender licor, drogas, y claro los preservativos con los que Traca, traca, traca… jodian a esas putas!Pero esa noche fue diferente al llegar la camioneta se bajaron como siempre 4 señoritas que su solo la forma de vestir se podían deducir que era putas como muy risueñas y coquetas fueron entrando al penal, pero la última en bajarse era  una señorita sumamente cubierta y gafas oscuras. Lo cual no causó extrañeza por la que la detuve;
Yo: Señorita por favor descúbrase el rostro y permítanos una requisa.
Ella accedió algo tímida se quitó el ...