1. Los cuernos le exitan a Mauro 2


    Fecha: 10/10/2020, Categorías: Intercambios Tus Relatos Autor: ADN, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Cada noche escribí a Amelia, ella siempre contestaba, sentía que me daba confianza. Llegó el día dentro de ir por el dinero del producto vendido y dejar más.
    Al llegar a la tienda me encontré a Mauro, nos saludamos, me dijo que estuvo bien la venta y que esperara ya que Amelia se estaba bañado y ella era la que me daría el dinero de la venta.
    A los diez minutos salió Amelia con un mayón color negro y su blusa floreada.
    Hola, me dijo, Mauro me pidió que pasará a su casa para hacer las cuentas, el se ofreció a atender la tienda, me ofrecieron un refresco.
    En la sala de su casa Amelia me pidió me sentara dijo que iría por un vaso, yo le dije que fueran dos vasos que me gustaría que ella también tomara refresco, ella hizo un gesto haceptando, al dar la vuelta me deleité con ese culo redondito que poseía.
    Se sentó en el mueble frente a mi, me dio el dinero y quedamos en seguir así.
    De pronto entro Mauro preguntando cómo estábamos, Amelia le dijo que todo bien, Mauro me dijo que me sintiera en confianza cualquier cosa él estaría en el negocio, ya no los interrumpo mencionó.
    Esa frase me hizo despertar mi líbido, Amelia dijo está bien.
    Amelia y yo platicamos de cosas cotidianas, la plática llevo a hablar de la salud, del ejercicio, se levantó mostrando sus piernas, yo se las exalté diciendole que se notaba mucho que era una mujer muy ...
    ... cuidada físicamente, Mauro es muy afortunada de tenerla como mujer, ella sonrió, sin dudar también le comenté que esas piernas se verían mejor a todo color, ella dijo crees!!.
    Si claro.
    Se quedó pensando con una sonrisa pícara, ¿Quieres verlas? Preguntó.
    Sí, me gustaría.
    Se bajó el matón mostrando sus muslos, la blusa tapaba su culo, ya casi se levantaría el mallón cuando le comenté que se lo bajara bien, que quería ver sus chamorros, así lo hizo dándose media vuelta, toqué su muslo derecho, qué suave le dije.
    Ahora quiero ver tus nalgas, ella clavó su mirada en la mía mientras le tocaba el culo con la mano izquierda y frotándole la vagina con la derecha, así lo hice por unos minutos, ella comenzaba a gemir, podía percibir ese olor a vagina húmeda, sin más me baje a mamar, a oler si pochota, saborear su jugosa vagina mojada, después la voltié ella se empinó  como si leyera mi pensamiento.
    Le di una chiquiteada un agasajo, no siempre se encuentra un culo así grande y limpio.
    Ya muy exitado, me saqué la Verga ella me pidió el preservativo, me lo puse y la comencé a penetrar así de a perrito, de pie, sus manos se recargaban en la pared, le pregunté sí creía escucharía Mauro, ella me dijo que no me preocupara, él tenía gusto por tener un corneador. Si te gustó escribe veintidós ochenta y siete setenta y siete cincuenta y tres cincuenta y cuarto. 
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