1. Los cuernos le existan a Mauro


    Fecha: 10/10/2020, Categorías: Intercambios Tus Relatos Autor: ADN, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi nombre es ADN. 
    Mauro es un tipo que conocí por casualidad, vio un anuncio de un producto que yo vendía, me preguntó y me dijo que su esposa tenía una tienda y que tal vez se interesaría en vender mi producto.
    Me dio su dirección y después de unos días guía buscar suerte.
    Al llegar al establecimiento estaba una joven, le comenté acerca de Mauro, redultò ser su papá, me dijo que Amelia ( su mamá) no estaba así que decidí esperar un rato, después de unos veinte minutos llegó Amelia, una señora de unos 46 años, 1.64 de altura, tenía un vestido frondoso a leguas se veía de un culo carnoso, grande para puro conocedor.
    Platicamos respecto a la ventana del producto y efectivamente, era una persona con visiòn de negocio y emprendedora.
    Nos despedimos y quedé en regresar en una semana, intercambiamos números y pasaron un par de días y un noche yo medio caliente me atreví a mandarle whats, me respondió y platicamos de la venta, se empezaba a vender mi producto. 
    Amalia se mostraba platicadora y amable, al otro día le di los buenos días
    Me contestó muy alegre, en confianza, me comentó qué iría de compras pero Mauro si esposo no estaba, rápido me ofrecí a acompañar y ayudarle.
    Amalia venía de pantalón de mezclilla, y  blusa color crema, me dijo, disculpa la informalidad pero vengo de la tienda, yo le dije que no tuviera cuidado, al contrario le alagé su belleza, lo bien que se veía.
    En el almacén hubo roces de manos, de pronto ella quería tomar mercancía pero no llegaba, me pidió ayudarle, me acerqué a sus espaldas y me aventé a repegarme a su cuerpo, guaw qué culito, suave.
    No dijo nada, pero tampoco se movió, de regreso en mi auto, nos tomamos un agua, platicamos y fue un momento ardiente, me percaté còmo movía sus caderas constantemente y se agarraba su cabello.
    Al llegar a su negocio nos despedimos y de besito, y un apretón de mano le di... Espera la segunda parte, donde te contaré quë sucedió dentro de su tienda.
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