Compartiendo con el taxista - Relatos Eróticos

Compartiendo con el taxista

Esa noche mi esposa y yo habíamos salido a bailar a un antro gay. Yo la había querido convencer de hacer un trío o incursionar en el ambiente swinger, pero ella aún no estaba del todo convencida, así que íbamos a antros gay y luego nos íbamos a casa y fantaseabamos sobre coger con alguna chica que hubiéramos visto en el bar.
Esa noche por fin me dijo ya estoy cansada de ver a pura loquita refiriéndose a los trasvestis que veíamos y me dijo quiero llevarlo a otro nivel. Así que salimos del bar y abordamos un taxi y le pedimos que nos llevara a un table dance al otro lago de la ciudad, mientras tanto comenzamos a cachondearnos en el asiento trasero la empecé a besar y a acariciar su trasero por encima del mini vestido que traía puesto, esto lo hacíamos justo a la mitad del asiento justo en el campo visual del conductor, yo al ver que habíamos captado su atención comencé a levantarle su vestido y le acariciaba sus piernas abiertas permitiendo que se viera su pantaleta y su vulva húmeda, le pregunté al conductor que si no tenía problema en que me la cogiera y el dijo que no, le comenté que si quería ver estaba bien. Mi esposa se sentó sobre mi miembro erecto con sus piernas abiertas para que el taxista pudiera ver como se la metía. Le saque los senos y se los comencé a masajear ofreciéndole al taxista que los tocara, el se los acaricio mientras yo la embestia desde atrás y terminó chupandola cuando se estacionó en una calle obscura. Terminé en ella y ella tuvo un orgasmo sobre mi pene salpicando un poco el asiento y nos disculpamos con el conductor y preguntamos cuánto sería del viaje y de la salpicada, a lo que el contestó que no era nada, al contrario nos terminó dando las gracias y nos dejó en el table dance donde tuvimos más aventuras
La imagen que les dejo es un adelanto de lo que terminó sucediendo después