1. Acomodándome en la cuarentena 4


    Fecha: 01/10/2020, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Lobito feroz, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    La señora Mónica ya estaba que gemia rápidamente de placer al sentirse devorada en su chucha y recibía los lenguazos sin parar que ya no lo soportó y terminó  soltando sus jugos en mi boca y mojando mi cama. 
    
    -!.. Ahhh..siii.. mm.. quee.. ricoo.. Johan.. miii..niñooo.. ¡
    
    Esto era lo que yo necesitaba el tener a una mujer caliente en mi cama ya había sufrido mucho en  estos meses de abstinencia de sexo por culpa de la pandemia, pero ya estaba acomodándome en la cuarentena y Mónica había aparecido como la solución a ese problema.
    
    Verla ahora echada en mi cama a ella una madura mujer de 42 años con todos su cabellos en desorden con la respiración aún agitada luego del orgasmo que tuvo me excito mucho, coloqué sus piernas en mis hombros y le sobaba la punta de mi verga por  su hinchada vulva y después en sus labios vaginales de arriba  abajo e hice presión en el clitoris quería domarla y que a futuro no tenga necesidad nuevamente de hablar mucho y amenazarla que sólo bastará que vea la erección entre mis piernas y venga sola a mi ...
    ... habitación. 
    
    - ¿ Ya lo quiere adentro señora Mónica..? ! Siéntalo lo duro que está y todo gracias a ti..¡
    
    -! Siii Johan meténelo ya, que no aguantó más.. ya me tienes muy caliente... no juegues conmigo ¡
    
    Y se lo fui metiendo muy lento en su mojada chucha parecía un horno por lo caliente que estaba y a cada embestida que recibía sus tetas saltaban, abría la boca ella como si le faltará el aire. 
    
    -! Siii ahora está verga también le vas a tener que cumplir.. uff uff.. que rica concha tienes..¡
    
    Luego fuimos cambiando de poses y le metía la verga a la señora Mónica en todas hasta que volvió a tener otro orgasmo más y disparé mi esperma en su vagina, me hubiera gustado que se quedará ella todo el día en mi cama, pero tenía que seguir con sus demás obligaciones de la casa. 
    
    Se levantó de la cama y se puso la delgada bata que usaba y se fue a bañarse y yo la seguí y me metí con ella en la ducha, ya no reclamó nada y dejaba que mi mano recorriera su espalda  nalgas y tetas con la esponja y luego ella también me bañó. 
    
    (continuará...) 
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