Mis inicios como tranny V, Mi primer trío (Final) - Relatos Eróticos

Mis inicios como tranny V, Mi primer trío (Final)

Tan pronto César terminó en mi boca y le limpié su cabezita con mi lengua, le dediqué mi atención a Marco, quien tenía muy mojado su glande por la excitación y me puse manos a la obra, lamiendo el tronco, sus testículos y metiéndo su glade en mi boca, lamiendo y chupando con mucho ardor, pues el semen de César sólo incrementó mi deseo. Teniendo medio miembro dentro la boca y sin decir una sola palabra, Marco comenzó a eyacular, haciendo que su leche pasara directo a mi estómago, aún así su sabor era muy rico y descargó una buena cantidad de esperma. Ya para ese momento yo estaba más que caliente y deseosa, así que mientras César y Marco se reponían de sus orgasmos, yo procedí a acostarme en la cama, sacar de mi bolsa de mano un pequeño dildo, abrí las piernas y mis nalgas para comenzar a meterlo en mi ano mientras con otra mano me masturbaba mi pequeño pene.

Estuve dándome autoplacer por el ano y el pene por unos 10 minutos cuando Marco se acercó, quitó mi mano de mi pene y él comenzó a lamer y meterse mi pequeño miembro en la boca y con su otra mano usaba el dildo en mi ano, lo que me hizo aullar de placer, por lo que sin mucho esfuerzo terminé en la boca de Marco, quien parecía feliz de recibir mi lechita en sus labios, pues se la tragó toda. Ya para ese momento César tenía otra tremenda erección y se montó en la cama listo para meterlo. Saqué de mi ano el dildo y le pedí que me penetrara así de misionero (debo confesar que es mi posición favorita pues puedo tener ...

... control de mi hombre al mismo tiempo que veo los gestos de placer que hace al estármelo metiendo) César rápido tomó el frasco de vaselina que yo llevaba y se untó suficiente en el pene, así como en mi ano y de una sola estocada me dejó ir toda su herramienta. ¡Dios mío! que delicioso era volver a estar llena de carne, pues hasta ese momento sólo había conocido mi culito el frío plástico de los dildos. César comenzó primero con movimientos lentos a meter y sacar su pene de mi ano, mientras yo aprovechaba para besarlo con tanta pasión que no me di cuenta cuando Marco se subió a la cama, se arrodilló a la altura de mi cara y colocó su erección en mi boca, el cuál yo comencé a mamar con sumo placer. Era la primera vez que tenía dos miembros a mi disposición, uno dándome con todo por la cola y otro en la boca, ambos súperduros, súpercalientes y súperricos. En un momento dado me saqué el pene de Marco de la boca y le dije que si seguía así lo haría venirse y no quería hacerlo pues lo deseaba dentro de mi ano, a lo que César rápidamente me dijo -"no, a Marco sólo le gusta recibir, no dar"- En otras palabras, Marco era como yo, pasivo.

Me le quedé viendo a los ojos a Marco y él asintió a la vez que decía -"tú sigue mamando, que eso sí lo disfruto mucho". Así que seguí mamando dicho tronco hasta que nuevamente y sin decir palabra alguna, Marco comenzó a eyacular, dejándo toda su leche en mi boca, la cuál saboreé y me tragué con mucho placer, para ahora concentrarme en César, quien seguía ...