DESVIRGANDO A UN NUEVO POTRILLO - Relatos Eróticos

DESVIRGANDO A UN NUEVO POTRILLO

Hola amigos, soy Camila con mas de mis locuras.
Habían llegado dos hermosos potros a la finca de mis abuelos. Estaban en proceso de ser domados, por lo que viajaba seguido para ir conociéndolos mas y que además me vallan conociendo como futura hembra de ellos. Los hacía mirar mientras mis machos me clavaban en el establo, así que podía ver sus vergas crecer y ver a lo que me afrontaría.
Uno de ellos tenía una verga muy particular, la cabeza de su pene no crecía tanto como la de los otros caballos, pero el resto era grueso y venoso. Justo lo que necesitaba para sentirme partida al medio.
Y así pasaron las semanas, después de 6 semanas, ya estando domado y que tuve la oportunidad de cabalgarlo, me decidí probar con él. El viejo sereno de mi abuelo también quería participar de esto así que se unió a la fiesta.
Esta vez me llevé a mi gran danes para que se encargue de dilatarme bien el culo y lo lubrique con su leche antes de ser penetrada por semejante pedazo de carne. Pero primero empecé ordeñando al viejo que por lo visto se volvió adicto a las mamadas y pretender preñarme, que ya casi no me sirve por el culo. Pero mientras se la chupaba ya mi perro se encargó de montarme y con mi ayuda de poner su gran pedazo en mi trasero. Una vez que deje limpia la verga del viejo, me puse a ubicar a mi perro, a quien tengo bien entrenado, para que se recueste estando su verga dentro de mí. De esta manera me dedique a meter y sacar su tremenda verga por completo logrando un ...

... estiramiento perfecto de mi esfinter. Me levante, con las piernas temblorosas y agitada por mi cabalgata que me sacó un hermoso orgasmo, me dirigí a los ponys para que me llenaran el culo de su leche. Cada cual con su estilo, cada cual con su violencia, pero terribles penetradas de los 3 caballos.
Mientras era penetrada por los otros, observaba como mi nuevo macho estaba ansioso, nervioso, con su verga a mil. Me dirigí así exhausta como estaba a su lugar, ya preparado por el viejo para la ocación.
Solo atiné a apoyarme sobre unos fardos y dejarlo actuar, me monta y su peso me dobla las piernas; me reincorporo un poco cuando ya siento su verga buscar mi agujero, el cual le ofrezco de inmediato. En su segunda estocada me acierta en el culo entrando solo un poco, pero la siguiente embestida me dejó sin aliento. A pesar de los jugos que había en mi trasero, su grosor me estiró todo por dentro. Sentí mis piernas desfallecer, pero la firmeza de su verga no permitian que mi cuerpo tocara los fardos, me estaba cogiendo en el aire practicamente buscando entrar cada vez mas con cada estocada. El placer absoluto opacaban el dolor que estaba sintiendo, y solo me deje desfallecer para que mi cuerpo sea totalmente dominado por su pedazo de carne. No conte las embestidas, pero fueron lo suficiente para hacerme llegar nuevamente al sentir como chorros de leche llenaban mi interior. Me quedé tendida en esa posición, donde el viejo aprovechó para llenarme la concha con su leche con una rica cogida que ...